CAPÍTULO 5

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Día 10

HALIA

-Halksj.-Fruncí el ceño, ignoré el sonido y trate de dormir más profundo. Algo me tironeó del pelo. Me quejé y volví a tratar de dormir, pero el sonido se hizo más insistente.

-Halksj, Halksj, Halksj...

Abrí los ojos, completamente desorientada y me encontré con unos ojos rasgados fijos en los mios. Su cercanía me sobresaltó, chillé y traté de incorporarme rápidamente, alejándome unos centímetros.

Caos se estiró, queriéndome alcanzar, pero las cadenas impidieron su avance. Su brazo se estiró y forzó sus delgados dedos en garras, atrapando el aire. Su respiración se agitó.

Habíamos estado bastante cercanos últimamente. Había intentado ayudarlo con sus heridas, y ayer parecía muy empeñado por aprender mi nombre. Sin embargo, estaba bastante segura que Halksj no era mi nombre. Y por muy cercanos que hubiéramos estado ayer, todavía no me sentía lo suficiente confiada para tenerlo tan cerca de mi.

Miré los ojos intensos de Caos. Se empujó en el suelo polvoriento e intentó volverse a impulsar.
Sus ojos rasgados se estrecharon en mi cara y gimoteó, como si estuviera suplicándome que me acercase.

Me tensé, acerqué mis rodillas a mí pecho y seguí mirándolo.
Sus heridas estaban sanando bien, dentro de lo que cabe. Aunque, no podría decir que se veía bien. Su rostro ya estaba dañado antes, añadir aquellas quemaduras solo había hecho que su rostro se viera un poco peor.

-Deja de arrastrarte, te harás daño.-Traté de decirle.

Ante el sonido de mi voz, sus ojos revolotearon.

-Halksj ¡Halksj!

Hice una mueca y traté de ponerme cómoda. Definitivamente no conseguiría que se fuera a su esquina, parecía demasiado emocionado por estar aquí conmigo.

-¡HALKSJ!

Mis ojos se estrecharon y fingí tocar mi oreja, haciendo una mueca de dolor. Su ojos inquietos no se apartaban de mi rostro ni un solo instante. Era un poco inquietante.

-Deja de gritar ¿Quieres? Estas lo suficientemente cerca para oírte.-Moví mi mano.-Y por cierto, Halksj, no es mi nombre, creí que habíamos llegado a un acuerdo ayer.

Su respiración se agitó y su pelo oscuro cayó sobre sus hombros.
Me fijé en ellos, y en su mechones más oscuros que los mios.
No había visto a ningún niño de mi entorno llevar el pelo de ese modo, tan largo. Exactamente como una chica. Lo llevaba sucio, y despeinado. Parecía un salvaje.

-Es Halia.-Intenté deletrear mi nombre, lentamente. Era la única palabra que sabía deletrear. Todavía no sabía leer perfectamente, pero me sentía orgullosa de ser una niña bastante adelantada para mi edad. O al menos, eso le habían dicho mis profesores a mí madre. Inmediatamente sacudí la cabeza. No iba a pensar en mí madre, no ahora.

-Halia.-Repetí, lentamente.

-Halsksjj.

Apreté los labios. Estaba segura que no era tan complicado.

-Halia.-Alargué las palabras todo lo que pude, haciéndolas sonar lentamente. Sonando como "Haaaliaa"

Sus ojos se fijaron en mi boca y trató de seguir los movimientos.
La situación era un poco ridícula.
Después de bastante tiempo, finalmente dijo mi nombre bien.
Asentí, dándole a entender que lo había hecho bien.

Eso pareció emocionarlo demasiado. De repente, sus ojos brillaron y su voz hizo eco por todo el lugar.

-Halia, Halia, Halia, Halia...

💀CAOS🖤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora