•|Capítulo 5|•

765 130 21
                                    

—No te muevas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No te muevas.

Tamaki acató la orden, y se quedó sentado e inmóvil, sintiendo cómo Alva quitaba los viejos vendajes de su oreja. En sus piernas, él tenía un pequeño bolso con variados utensilios médicos y distintos tratamientos, por lo que cuando ella le pidió que le pasara el alcohol y unos hisopos, lo hizo.

—No vayas a moverte. Puede que duela un poco... —pidió nuevamente en voz baja.

Él comenzó sentir el olor al químico a su alrededor, fuerte y penetrante. Sin embargo, no pudo mantener por mucho tiempo su tranquilidad, porque justo cuando Alva empezó a limpiar la herida suavemente, se exaltó.

—¡Espera! —vociferó moviendo la oreja en respuesta.

—¡No hagas eso! —Le regañó—. Sólo aguanta un poco. —Tomó su rostro para centrarse en la zona afectada—. Ayer no se trató la herida, así que hay que revisarla y limpiarla nuevamente...

—Pero... Duele. —Se quejó por lo bajo.

—Lo sé. Sólo... Dame un momento —pidió. Luego de un pequeño tiempo, agregó victoriosa—: ¡Listo!

Tamaki suspiró aliviado. Ella sacó gasas limpias para cubrir nuevamente su herida. Por lo que cuando terminó de hacer dicho trabajo, fue inevitable que agregara:

—Sanas rápido. —Le miró con curiosidad—. Supongo que tiene que ver con la genética de los híbridos... Suena interesante. Tendría que investigarlo —aseguró.

—Gracias... —musitó, observando sus movimientos.

—No te preocupes. Ahora, veamos tu brazo.

Tamaki asintió y luego de sacar su sudadera, sintió el fresco aire chocar contra sus brazos desnudos. Estiró levemente su camiseta de tirantes y finalmente, Alva hizo el mismo procedimiento: quitó la vendas viejas, analizó la herida y se dirigió hacia él.

—Luce bien. Pero esta herida necesita mucha atención. Mañana traeré antiflamatorios, supongo. ¿Eres alérgico a algún medicamento?

—No... Que yo sepa.

—No es mucho, pero sirve. —Asintió—. Como decía, la herida está un poco hinchada, así que hay que esperar para quitar los puntos. Aún así, luce mejor de lo que esperaba. Teniendo en cuenta las circunstancias, el hecho de que no había mucha iluminación y tu herida estaba bastante grave, me alegra ver que ha mejorado. —Le sonrió segura y aliviada.

Amajiki sólo asintió en respuesta, mientras ella terminaba el procedimiento y él se colocaba nuevamente su sudadera.

—Bien, ¿me acompañas? —preguntó, señalando la curva no muy lejos de ellos.

Su respuesta fue levantarse y posicionarse a su lado, mientras comenzaban a caminar. Ambos cruzaron la esquina y caminaron por el callejón hasta finalmente llegar al otro lado de la calle y tomar asiento en el pequeño banco de siempre. Amajiki observó el estrecho callejón, sabiendo que no había sido el lugar más adecuado para que Alva lo ayudara, pero era suficiente, pese a que ambos se mostraron incómodos.

❛ Cambio ❜ [Tamaki Amajiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora