•|Capítulo 6|•

1K 160 29
                                    

—No

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No.

—¿Por qué no? —cuestionó ella, relajada al ver venir aquella rotunda negación.

—Sólo no... Y ya -sentenció.

—¿Dudas de mí?

Amajiki alzó la mirada, y nuevamente se encontraba en duelo contra aquellos ojos acaramelados y melosos que nunca parecían dejar de brillar bajo la luz del sol. Y aún así, Alva seguía serena, pero con una seriedad que surcaba en su rostro que sólo afianzaba la seguridad en sus palabras.

—Amajiki, vivo en una residencia espaciosa, con dos cuartos y dos baños. Tengo dinero suficiente dinero para ayudarte y que vivas conmigo por un buen tiempo hasta que consigas un buen trabajo. Piénsalo. No te pido que te quedes conmigo para siempre; simplemente piensa. ¿Crees poder seguir así?

Nuevamente se vio aturdido por la cruda realidad, como un fuerte golpe que lo desequilibraba y le devolvía al mundo. Pero no fue por lo calmado y comprensivo de su hablar, un tono lo suficientemente sereno que casi lo convenció. Además, ella había dicho la misma frase que hace tan sólo días salió de él en un murmullo desesperado. No obstante, Alva no pareció ceder, porque en cuestiones de segundos, agregó:

—¿Por qué no, Amajiki? —preguntó nuevamente—. Puedes cambiar tu estilo de vida, tener comodidad y quitarte montones de preocupaciones.

Aquella propuesta era tentadora; totalmente al alcance de sus manos. Como una luz de esperanza esperando ser tomada. Pero, no era falta de confianza, porque confiaba en Alva. Durante dos semana había demostrado su preocupación por él, había demostrado que era una buena persona y ayudarlo estaba en sus planes.

Había demostrado ser su amiga.

—Por favor, sólo no insistas... —murmuró, consumiendo esas enormes ganas de desahogarse llorando y luchando contra lo que realmente necesitaba con urgencia.

Ella sólo suspiró, y miró abajo unos segundos. Sin embargo, una voz en el fondo de Tamaki, gritaba e imploraba porque siguiera insistiendo. Que le diera más razones para aceptar aquella oportunidad y finalmente, luego de cuatro años de vacío y dolor, pensar en su bienestar de una vez por todas.

—Muy bien, hagamos algo. No vienes conmigo. Pero, al menos, prométeme que buscarás ayuda en refugio o una casa para híbridos, por favor. Yo te ayudaré —propuso.

Entonces, todo su mundo cayó repentinamente. Fue como si golpearan levemente ese mástil de estabilidad que le llevó años construir para que no cayera en un vacío lleno de recuerdos espesos y dolores para así no ahogarse con su propia mente. Pero estaba allí, recibiendo con una rapidez extraordinaria pinceladas de memorias cargadas de sumisión e incapacidad.

Pero falló, y ese mástil, se quebró con facilidad.

—No. No... Yo no podría. Allí... —titubeó; su voz flaqueando al intentar hablar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 31, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

❛ Cambio ❜ [Tamaki Amajiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora