Parte 9.

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Le quite la capucha al tipo y no podía creer lo que estaba viendo era el padre de Mako-kun el que estaba atado en esa silla.

-Que significa esto? -mencione autoritaria hacia las dos chicas detrás de mí.

-El forma parte de la mafia Whitmore -menciono la rubia.

-Según nuestra investigación tiene alianzas cercanas al jefe de la misma -termino de decir la castaña.

Bufé resignada

-Bien comencemos -fui por mi material quirúrgico y cambie mis ropas a un uniforme de cirugía.

-En que podemos ayudarle señora Luna creciente -mencionaron a unísono.

-Traigan una camilla y muchas vendas, además de desinfectante y agua salina -les ordene mientras se colocaba unos guantes de látex.

-No por favor tengo familia -lloriqueo el hombre.

-Lo siento por ellos, yo solo cumplo órdenes, ahora dígame qué sabe usted de los Whitmore? -tome el bisturí más pequeño, la hoja era de apenas 2 CM la cual estaba perfectamente afilada aún así hice unos cortes de práctica para asegurarme de su filo.

-N... No sé nada, yo soy un simple conserje -palidecio al verme tomar el bisturí.

-Señor no quiera engañarnos, mis... vasallas lo investigaron bien y si usted está aquí es por algo no? -vi como tragaba duro y comenzaba a ponerse nervioso.

-No, es mentira por favor solo dejeme ir no diré nada de esto a nadie ni siquiera a la policía.

Al estar completamente atado a la silla comencé a cortar su dedo cordial derecho pero no a cercenarlo sino que comencé a cortar la piel que está sobre las falanges de manera vertical; el gritaba y suplicaba alegando que no sabía nada al terminar con su dedo podía verse el hueso del mismo, parecia un camarón en corte mariposa su sangre chorreaba manchando el suelo, mis zapatos y los guantes.

-Ahora sí me dirá que es lo que sabe se los Whitmore? -limpie el bisturí en una toalla de tela blanca.

-Ya les dije que yo no sé nada -logro pronunciar entre jadeos y gemidos de dolor.

-Minako, Makoto limpien la mano del hombre -casi enseguida lo hicieron y un grito de agonía surgió de la boca del hombre en cuanto el alcohol cayó en la herida.

Tome un afilado cuchillo dentado lo limpie y sonreí de lado.

-Usted sabe que es esto? Verdad. Está preciosura cortará su piel capa por capa además de tener un efecto adicional, al ser un cuchillo dentado será más doloroso el corte ya que cada diente de esta arma rebanara su piel como si un pedazo de pan se tratara, asi que usted sabe si habla o no -sostuve su mano derecha, contando el dolor de su dedo anteriormente mutilado este hizo una mueca adolorida yo por mi parte comencé a cortar el pulgar desde el inicio de la primer falange el grito nuevamente.

-Quiere callarse! -grite y Minako metió un trapo en su boca para aminorar el ruido, agradecí y ella sonrió supongo que para ella era algo bueno que yo le sonriera.

- P-por fa-favor déjeme ir seño-señorita ya le dije que yo no no sé nada -dijo en cuanto le quite el trapo.

-Respuesta incorrecta -de un solo movimiento separé por completo el pulgar de su mano y la sangre no se hizo esperar ni tampoco el llanto en su rostro- esto es solo el comienzo señor... Cómo se llama?

-Artu... Arturo... -murmuro.

-Bien señor Arturo, yo soy Luna creciente y quiero saber qué es lo que sabe de la mafia Whitmore, y ahora solo es el pulgar si no habla perderá las dedos de su mano o tal vez más y e aquí la pregunta del millón ¿Cuántas partes de su cuerpo está dispuesto a perder? -acerque mi rostro al suyo para escucharlo ya que solo murmuraba palabras incomprensibles "Mako, Adeline, perdonenme" fue lo que alcance a escuchar causándome un poco de lastima.

Puse a calentar una plancha del almacén y cuando estuvo suficientemente caliente cauterise la herida de Arturo provocando un grito más.

Al volver a preguntarle, volvió a negar así que no tenía de otra y corte un dedo más y otro y otro hasta dejar su pobre mano sin dedos por consecuente perdió mucha sangre y su viejo cuerpo no lo resistió; se desmayó.

-Lo dejaremos hasta aquí mañana seguiré el interrogatorio, pueden retirarse -dicho eso Minako y Makoto se retiraron dejándome a solas con el, cauterise las demás heridas con la plancha y pase su cuerpo de la silla a la camilla, le aplique una bolsa de suero y también le coloque una bolsa de sangre además de vendar su mano, no podía dejar que muriera no sin antes de sacarle la información correspondiente, me cambie y tiré la ropa con sangre.

-Lo lamento sr. Arturo -estaba por salir cuando despertó.

-Sa... Sara... ¿Qué haces aquí?

Suspiré y tuve que fingir.

-Señor Arturo! Al fin despertó! Ellas me secuestraron para que lo atendiera -lloriquee- lamento tanto esto, por favor solo dígales lo que quieren y esto acabará.

-No puedo mi querida niña, si lo hago mataran a Mako y a Adeline -su rostro denotaba profunda tristeza, era obvio que si sabía algo pero le temía más a los Whitmore que a mí, cosa que no duraría mucho.

-Podemos pedirle a estas chicas que cuiden de ellos pero por favor solo dígales lo que usted sabe —mi tono de hablar era una mezcla perfecta de preocupación y tristeza, a tal grado que pareció conmover al viejo hombre.

-No puedo —aun así se negó ¡maldito viejo! mañana lo haré soltar todo nadie absolutamente nadie a sido capaz de soportar mis torturas...

-Esta bien sr. Arturo, yo... Yo tengo que irme solo me trajeron para atenderlo — salí del almacén y quite el semblante de tristeza que cargaba, tome mis cosas ya para irme a dormir me sentía agotada y no precisamente por el trabajo...

¿Es Justicia o Venganza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora