Parte 16.

52 10 3
                                    

Cuando Seiya y la pequeña Kakyuu se fueron tome mi kimono blanco con mi fase lunar bordada lo guarde en una maleta junto a mis armas y algo de dinero, salí del departamento dejando las llaves a Sheng-sama ya que quizás no volvería a el.

Le conté todo acerca de mis planes por supuesto que el no estaba de acuerdo ya que si yo moría el perdería a la mejor luna de la que había estado a cargo y a una amiga menciono al final yo no podía retractarme ahora sabía dónde se escondían esas ratas e iba a acabar con ellas desde el nido. Al salir de la oficina de Sheng-sama me dirigí al aeropuerto no le mencioné nada a nadie más pues esto lo iba a resolver con mis propias manos subí al jet que me llevaría hasta nueva York ya que estaría allá en la mitad del tiempo. Al bajar de aquel jet fui directamente ala dirección que me dió Seiya entre a un baño público y me coloque mi uniforme de luna, entre por la puerta trasera deshaciendome de los 2 guardias que la custodiaban, les corte la garganta con el kunai, al ir adentrándome más a ese edificio pude notar el excesivo uso de guardias en entradas, salidas y hasta en las ventanas además de un sin fin de camaras de vigilancia que gracias en mi entrenamiento en ninjutsu pude evitar con facilidad, corrí por los pasillos más vacíos para evitar encontrarme con más de esos guardias así que me escabullí hasta la zona de limpieza dónde me puse el uniforme de una mujer a la cual amague en el armario.

-No hagas ruido no voy a lastimarte si tú no me delatas -mencione cuando estaba lista para salir, camine arrastrando el carrito limpieza dónde fácilmente pude llevar mi katana haciéndola pasar por un palo de escoba al tener su funda completamente negra, subí hasta el último piso donde como era de esperarse se encontraba el jefe Whitmore al llegar a la recepción de ese piso la oficinista me llamo la atención alegando que no habían pedido limpieza la ignore por unos minutos mientras me acercaba más y más al fondo, había al menos 10 guardias vigilando la entrada de la oficina, todos y cada unos de ellos me observaba con el seño fruncido y su mano en la funda listos para disparar.

-Oye niña idiota que no escuchas te dije que no pedim... -no la dejé terminar la frase pues le corté el cuello con mi espada en un ágil movimiento fue ahí cuando los guardias comenzaron a disparar me puse detrás del muro para evitar que alguna de esas balas quedarán en mi cuerpo, me deshice del uniforme de limpieza dejando a la vista mi impecable kimono blanco.

-Es ella! Es la luna, matenla! -los escuché gritar y a unos otros hablar por sus radios, salí de mi escondite lanzando los shuriken que llevaba los cuales todos dieron en el cráneo de los guardias matandolos al instante.

-Es peligrosa no se lo tomen a la ligera solo porque es una niña, acaben con ella y pidan refuerzos! -ellps disparaban sin ton ni son tratando de herirme yo por mi parte me las arreglaba bien para esquivar esas balas pues para esto había sido entrenada, para asesinar, salte sobre unos de los escritorios y rebane la cabeza de uno de ellos como si se tratara de plastilina para después deslizarme por el suelo y cortar nos pies de otro de ellos, grito en agonía cuando la sangre comenzó a brotar cuál manantial de montaña tuve piedad y acalle sus gritos perforando en un golpe certero su corazón, estaba por llegar a la puerta cuando el elevador se abrió dejando entrar a al menos una docena más de estos nefastos guardias, comenzaron a disparar tome a uno de los que tenía en frente y lo utilice de escudo para protegerme de los proyectiles pero descuide mi espalda una de las balas de los guardias que estaban detrás dió en mi brazo cerca de la arteria solté al escudo humano y corrí hacia ellos a sus espaldas para ser precisos y golpee si nuca entre la 3 y 4 vértebra matandolos al instante, no sintieron dolor, el elevador se abrió una vez más y con el llegaron más guardias me las estaba apañando sola pero poco a poco me sentí rodeada y sin escapatoria me puse en guardia manteniendo el filo de la katana en lo alto dando a entender que no me iría de aquí hasta asesinar a quien estuviera detrás de esa puerta.

-Fuego!

Escuché gritar más las balas nunca llegaron al contrario un sin fin de bombas de humo entraron por la ventana y después una figura hecha ovillo rompió el resto del cristal entrando de manera escandalosa a la oficina, al ponerse de pie note que era una mujer con un kimono blanco igual que el mío solo que ella llevaba un antifaz del mismo color.

-Vamonos! -grito jalandome el brazo más yo me negué.

-No vengo a matar al jefe Whitmore y no me iré hasta conseguirlo!

-El jefe Whitmore no está aquí solo su hijo ahora vámonos antes de que el humo se disperse y nos maten a ambas, son demasiados y lo sabes.

Antes de que respondiera algo me tomo por la cintura y disparó un arnés hacia el edificio colindante para después tirarnos en una especie de tirolesa, rompimos la ventana obviamente y causamos revuelo en el lugar pero solo nos dedicamos a huir subimos a un auto negro el cual nos llevó a un edificio lejos del centro donde la enmascarada luna me dió una muda de ropa.

-Toma pontela no querrás llamar la atención -dijo ella tajante dándome la espalda entonces note la fase lunar que tenía bordada en hilos de oro; era la luna llena. Me incline ante ella pues era la líder del clan de las lunas.

-Luna llena me siento honrada de estar ante su presencia y lamento el hecho de que usted tuviera que salvarme de esos estúpidos guardias -mencione cabizbaja, era la primera vez que me inclinaba ante otra persona que no fuera Sheng-sama.

-No tienes que inclinarse ni agradecer nada, si fui por ti es porque necesito decirte algo muy importante, además no me llames Luna Llena mi nombre de pila es Rei Hino... -dijo al tiempo que se quitó el antifaz era una mujer mayor pero muy bella aparentaba unos treinta y algo pero por su tono de voz sabía que era mayor.

-Señorita Rei, me dijo que no estaba el jefe Whitmore solo su hijo pero yo mate a ese tipo, lo atravece con mi katana hace un par de semanas. -mencione algo inquieta.

-El joven Darién Whitmore no murió ese día, las sirenas que escuchaste no eran de una patrulla común eran policías comprados por su padre que lo estaban siguiendo pero no podían intervenir en su lucha pero tampoco podían dejarlo morir ahí así que al ver que tú estabas superandolo por mucho no les quedó de otra que interferir, además ellos no son los culpables de tu problemas más recientes -menciono en total calma mientras se desvestía y se colocaba ropa más casual, tenía un cuerpo de envidia y una piel tan blanca como la nieve.

-Problemas? Llama la muerte de mi abuela un problema eso es mucho más que un problema y estoy segura que ellos son culpables uno de sus matones me lo confirmó -mencione más alterada pero ella solo sonrió como burlándose de mi.

-No, no los son el verdadero culpable de todo lo que está pasando es nadie más que Diamond Yakuza....











Hola de nuevo! Por si se lo preguntaban los shuriken son las famosas estrellas ninja solo que ese es su nombre real. Por cierto la historia está por terminarse me gustaría que me dejarán en los comentarios que les está pareciendo el desarrollo de esta historia.






¿Es Justicia o Venganza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora