Parte 17

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No podía creer lo que me estaba diciendo Rei en este momento no era posible porque el hombre que me entreno y crío parte de mi vida fuera el mismo que envío a matarme.

-Estaba bromeando no? Eso es imposible si el me entreno en persona —habia desconfianza en mis palabras aún siendo ella la luna llena me parecía algo ilógico.

-No me crees eh, te apuesto lo que quieras que a ti también te enviaron un par de estrellas del firmamento no es así? —me quedé boquiabierta como sabía de las estrellas.

-Si y eso que tiene que ver? —necesitaba respuestas y pronto.

-A mi también me enviaron un par de ellas; Hotaru y ChibiUsa se hacían llamar llegaron más o menos dos meses atrás e intentaron matarme hace un par de semanas, niñas estúpidas no sabían con quién se estaban metiendo y por supuesto murieron —menciono con una enorme sonrisa en sus rosados labios.

-Las mías llegaron hace poco más de un mes pero no mostraron ningún comportamiento extraño al contrario eran demasiado obedientes y complacivas —respondi aún extrañada Rei abrió la boca para hablar pero un estruendo en la puerta la interrumpió y ví entrar a Makoto y Minako con sus tradicionales kimonos y empuñando una katana cada una de ellas.

-Lo lamento mi luna pero a llegado el momento de que se jubile —hablo Minako mientras me atacaba con su arma yo esquivaba cada ataque.

-Es un honor para nosotras acabar con usted Luna Creciente —ahora hablo Makoto y al igual que Minako me atacó no iba a dejarme así que desenvaine mi katana para repeler los ataques Rei iba a intervenir pero me negué.

-No necesito ayuda si soy una integrante del clan de las lunas es por algo no? —imcline mi cuerpo un poco y di media vuelta cortando el vientre de Makoto ella se quejo pero no desistió seguía peleando aún cuando se desangraba; sus bellas y finas ropas se impregnaban de aquel carmesí y su fuerza cada vez era menor.

-Te doy tu libertad Makoto —tome mi kunai de su funda y atravesé su corazón cayó de cara al suelo con la mirada perdida, sin brillo. Minako grito en agonía mientras se acercaba a mi con su rostro desfigurado por el llanto y la ira.

-Como te atreviste a matar a mi hermana a mi querida Makoto! Debimos matarte cuánto antes así como ordenó Diamond-sensei... Deberías haberte muerto con el veneno que colocamos en tus bebidas como diablos sobreviviste eres un demonio y tengo que erradicarte erradicar tu maldad de este mundo —grito una y otra vez, ahora entendía todo, Diamond-sensei envío matar a a todas las lunas para ascender a las.estrellas y tener un ejército de mercenarias totalmente leales a el ya que nosotras al estar dispersas dejamos de seguir órdenes directas.

-En una cosa tienes razón soy demonio y fue el mismo Diamond-sensei quien me convirtió en esto y si no morí por el veneno fue porque desarrolle inmunidad a muchos de ellos porque en mi entrenamiento a luna fui envenenada una y otra vez hasta que ya no hicieron efecto en mi sistema —dje la katana reemplazando la por un par de sais los gire un par de veces en mis manos para tomar posición de defensa Minako arremetió una vez más contra mi esquivé sus ataques de nuevo más tomo una katana más y atacó por la espalda di media vuelta atrapando la hoja de su arma entre las puntas del sais gire la muñeca con fuerza y la rompí estaba sorprendida frunció el seño e iba a atacar más la detuve clavando el sai de mi mano libre contra su barbilla, abrió la boca gritando y dejando escapar la sangre que rápidamente se acumuló y al hacerlo podía ver el hierro traspasar su lengua y llegar al paladar.

-Pudo ser diferente Minako —mencione observando sus ojos zafiro suplicantes de piedad para después empujar más profundo y terminar con su vida.

-Nada mal niña, ahora entiendo porque eras la favorita de Diamond, toma llama al heredero Whitmore y confirma lo que te dije ellos no mataron ni a tu madre ni a tu abuela yo tengo que irme, alejarme de esto tengo 2 hijos a los cuales cuidar y se que estando en el radar de ese idiota no podré hacerlo —asenti, sabía que era lo mejor ahora comprendía el porque capturaron con facilidad a Michiru y Haruka prefirieron vivir juntas en prisión a dejarse matar por el idiota de Diamond-sensei, pero y las demás lunas que había pasado con ellas, suspire por lo bajo cuando Rei se fue me despedí de ella, agradecí por la información y le desee suerte. Marque al número que Darién me había dado tiempo atrás.

-Darien soy Sara... La luna Creciente...

-Ya veo, que quieres porque llamas después de que mataste a más de media docena de mis guardias —respondio con molestia.

-Lo se, pero quiero que me confirmes algo, quiero saber si tú padre mato a mi madre y ahora a mi abuela? Es por eso que fui a tu edificio iba con la intención de asesinarlo... —hable algo tranquila y escuché un suspiro de su lado.

-No, cuando te investigue supe que eras huérfana e investigando más a fondo supe que fuiste a Japón por una beca en una escuela de artes marciales la cual está bajo uno de los alias de Diamond Yakuza es por eso que sospeche de ti, pregunté a mi padre sobre las familias que daño y jamás menciono nada sobre ti o tu madre porque no hay relación alguna entre ustedes y nosotros, estás en el  bando equivocado Sara, pero si decides salirte de las lunas puedo recibirte, darte empleo no uno común serás la encargada de mi seguridad y la de mi familia. —respondio con naturalidad me brindaba la suficiente seguridad para creerle.

-No Darién pero gracias tengo que ir a Japón y asegurarme de lo que acabas de decirme y si es verdad voy a matar a ese hijo de perra.

Corte la llamada y me dirigí a un aeropuerto de nueva cuenta no contaba con mucho dinero pero si lo suficiente para comprar un boleto sin retorno a Tokio, guarde las armas en el avión antes de abordar así que nadie se dió cuenta de ellas y antes de despegar llame al 911 para dar aviso de los cadáveres de Minako y Makoto, quebré el celular y lo tire a la basura.

Llamaron a los pasajeros y aborde el avión y dormí un poco ya que sería un viaje largo de al menos 16 horas.

¿Es Justicia o Venganza?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora