Ella es perfecta.

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JayRae.- Ella es perfecta.

Rachel Roth era incapaz de hacerlo, no cuando este acuerdo ni siquiera había sido su elección.

Quizás ahora, mientras caminaba por el pasillo de la iglesia, usando su vestido blanco ante la presencia de sus conocidos mas cercanos y, con la marcha nupcial sonando en sus oídos, no había sido el mejor momento para realizar que esto era un enorme error.

Entre los presentes alcanzó a ver a Hank y a Dawn sentados juntos, la miraban caminar con una sonrisa mientras se abrazaban. Alrededor de ellos siempre hubo una aura de amor y armonía, una que Raven nunca tendría si terminaba casándose con ese que sus padres eligieron para ella.

Nunca serían felices. No cuando esta boda se realizaba por el conveniente económico de las empresas millonarias de sus padres.

Rachel no lo amaba, y seguramente él tampoco lo hacía.

Le dijeron que aprendería a quererlo con el tiempo, pero sabía que eso sería imposible cuando alguien más ya ocupaba por completo su corazón.

Suspiró en anhelo en tan solo pensar en Jason Todd.

Ella deseaba estar junto al dueño de esos ojos traviesos, el único hombre que la hacía enloquecer al besarla con tanta pasión. Quería experimentar las caricias de sus manos, ver esa arrogante risa cada mañana por el resto de su vida, y escuchar para siempre esas promesas de amor en su oído cada vez que él la reclamaba como suya.

Rachel abandonó todo eso por una elección que no era suya. Todo lo que amaba por el beneficio de alguien más.

Paró de golpe sus pasos antes de llegar al altar mientras los invitados, sus padres y el mismo novio la veían confudidos, incapaces de comprender lo que ocurría con ella.

Había tomado su elección.

"No puedo hacerlo. Lo siento" Ella miró directamente a su prometido antes de tirar el ramo al suelo y salir corriendo fuera de la iglesia.

"¡Rachel!"

Esta vez nada ni nadie la detendría.

Correría sin parar hasta alcanzar eso que tanto deseaba y necesitaba.

.............

Ni siquiera su adorado trabajo le ayudaba a quitarse de la cabeza esa boda llevándose acabo en alguna parte de esta jodida ciudad.

Desde un principio fue un error relacionarse con una mujer que nunca podría ser suya. Pero fue imposible evitarlo, ella era tan diferente a otras mujeres, lo supo desde el momento en el cual entro a su taller exigiendo como una respetada reina que alguien reparara su auto de lujo.

Conocerla siempre será su peor y mejor error.

Y ahora Rachel se estaba cansando con alguien más. No importaba cuanto Jason la amara, nunca podría ser suya.

"Estupida e injusta vida." Jason murmuro molesto.

Se encontraba solo y sintiéndose desdichado en la oscuridad de su taller, arreglando el motor de un automóvil viejo en el intento de olvidar a esa mujer que le había roto el corazón.

Jason gruñó molesto, apretó con fuerza la llave en su mano y, sin pensarlo dos veces con ella comenzó a golpear el motor sin importar arruinar su trabajo de cuatro horas.

Los golpes al auto continuaron sin parar.

¡Quería borrar a esa mujer de su mente!, ¿Porque era tan difícil?, ¿Porque eligió amarla?.

"¿Así fue como arreglaste mi carro?...Quiero quejarme con el dueño."

Su cuerpo se paralizó al escuchar esa ronca y suave voz que el reconocería en donde fuera.

Tal vez alucinaba, tanto era su deseo por querer deshacerse de ella que su mente lo hacía pasar por una mala jugada.

"¿Hola?, ¿Alguien esta ahi?"

Jason bajo con con un golpe el capote del carro cuando volvió a escuchar su voz llena de sarcasmo.

Ahí estaba ella, parada en la entrada de su taller como un fantasma, su vestido blanco estaba sucio, su peinado era un desastre y gotas de sudor recorrían sus mejillas mientras intentaba recuperar el aliento.

Ella era la visión más perfecta que pudo haber visto el día de hoy.

"Rachel, ¿Que haces aquí?" Él le preguntó asombrado, aun incapaz de creer que ella estaba realmente aquí.

"Huí. No pude hacerlo."

No pudo hacerlo.

El tiempo dejo de existir.

La esperanza entró a su corazón con tan solo pensar lo que sus palabras significaban.

Rachel debería estar en una iglesia aceptando a quien sería su nuevo esposo, pero en realidad se encontraba aquí, en su mugroso taller, aún vestida de novia y diciéndole que no pudo casarse.

Él ya había acordado la distancia entre los dos, Jason buscaba en sus ojos una explicación, pero Raven solo podía mirar sus manos.

"¿Porque?"

Jason temía saber cual sería la respuesta.

Le aterrorizaba pensar que ella le diría como haber venido a su taller había sido un malentendido, que ella necesitaba cumplir con sus deberes como la hija de aquellos respetados millonarios. Su cuerpo temblaba con miedo con tan solo imaginarla huyendo de nuevo de él para regresar a esa iglesia a los brazos de su prometido.

"Rachel..." Jason mencionó su nombre con impaciencia.

"No puedo. Tal vez esto no fue la mejor idea, quizás solo fue un impulso" Ella por fin se atrevió a mirarlo a los ojos, hablando sin titubear ni una sola vez. " Y quizás el tiempo después nos castigara para hacernos ver como la peor pareja del mundo, pero, en este momento..no importa nada de eso...no importa mi familia, mis deberes, ni el maldito dinero. Unicamente importan mis sentimientos por ti, te amo Jason."

"Cierra la boca."

"¿Qué?"

Rachel parecía dolida por sus palabras, incluso dio unos pasos hacia atrás al no esperar su respuesta. Jason no le dio más tiempo para que se preocupara, en cambio, la tomó de la cintura, acercándola a su cuerpo para hacerla callar con un beso.

Jason no necesitaba decir más palabras, ella ya las había escuchado miles de veces. Trasmitiría en sus labios todo su amor y cariño.

Después de varios días de sufrimiento por fin se sentía libre, ahora la tenía aquí en sus brazos con la promesa de un nuevo comienzo.

Ella era perfecta.

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NOTA: 


Segundo Fic del #Especial300.! Un pequeño Jayrae para blazeCx.




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