Revelación.

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Como siempre que tenía un poco de tiempo, salí a correr por las inmediaciones de la casa en la que por varios meses iba a habitar. Nunca está de más repasar el terreno, aunque este lo conocía demasiado bien, y no solo en la superficie...

"Los Ángeles" que bonito suena, ¿verdad? Quién podría llegar a creer que el nombre en realidad tiene otro significado al que se le atribuye religiosamente.

¿Alguna vez se pusieron a pensar que la mejor manera de ocultar la verdad es dejarla a la vista de todos? A lo largo de la historia de la humanidad, nos tomamos el trabajo de tergiversar tantos los hechos, que la mentira pasó a ser la verdad, y la verdad pasó a ser intereses de locos.

Definitivamente hicimos un buen trabajo.

Haber tomado la fe de las personas y que se sintieran obligadas a adorar a dioses fue la base perfecta. Por alguna extraña razón, a los humanos se le da mejor tener miedo para tal fin que creer con fe genuina.

Cuando los primeros de nosotros se presentaron ante ellos, descubrieron rápido que el temor los volvía dóciles, manipulables, y que el desarrollo de la cobardía era casi instantáneo.

Para quedar bien podría decir que eso era por su instinto de supervivencia, pero ¿Por qué querría quedar bien? No es muy difícil darse cuenta cuando se está en desventaja...

Definitivamente fueron creados para servir, para someterse y obedecer.

Eso era lo que creíamos, pero cada vez había más indicios de lo contrario, y me hubiera gustado no tener tan rápido un ejemplo.

Estaba bajando las escaleras para ir a la puerta de entrada después de oír sonar el timbre, faltaban cinco minutos para las 10 am. Me agradó que mi beta tuviera tantas ganas de comenzar a trabajar.

Solo el éxito la espera.

Después de correr tomé un baño refrescante, eso era algo que también odiaba de mi parte humana: Transpirar. En realidad, tenía que pasar más del tiempo normal en alguna actividad física para comenzar a hacerlo, pero sucedía y eso lo odiaba.

Decidí usar un pantalón de vestir negro, botas haciendo juego, y una remera de seda blanca, la que me arremangue un poco más abajo de la altura de los codos. Simple pero elegante. Y para completar, me até el pelo en un rodete.

Cuando estaba a unos cinco metros de la puerta, lo supe. Supe que la persona que estaba del otro lado no era quién yo esperaba... Abrí la puerta muy abruptamente. Necesitaba respuestas.

- Buenos días Lauren. - Me dijo Camila con una sonrisa en su boca y con 2 maletas a su alrededor.

Ella vestía un simple vestido blanco adornado con flores de colores, que le llegaba un poco más arriba de las rodillas, sin mangas, con un buen escote. Parecía ligero y cómodo, como si fuera una extensión de ella y no algo que vestía. Su pelo estaba sujeto en un moño desordenado, dejando mechones de su pelo libres... Y para mejorar todo, el sol le estaba dando por completo.

Tuve que cerrar mis ojos, cerrarlos realmente con fuerza como la vez anterior que la vi. Nuevamente sentí como ellos estaban en mi modo reptil.

Respire profundamente para concentrarme y controlar mi propio ser.

- ¿Estás bien? - Escuché que ella volvió a hablar.

- Si, ella está bien, solo que sus ojos son muy sensibles a la luz del sol. - Ahora escuché a Britt a mi lado, quién tomó mi mano derecha, y depositó en ella unos anteojos de sol, los cuales usé de inmediato.

Sentía como la ira se apoderaba de mí por completo, lo cual fue bastante complicado de disimular, pero deje de mirar a Britt, y me concentré en Camila. Ella no debía saber que la situación no estaba bajo mi control.

Reptiliana. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora