Britt.

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Camila POV.

Luego que Abraxz abandonara la propiedad de Lauren. Volví a ingresar a su habitación para contemplar que ella ya no estaba ahí.

Había rastros de sangre producto de una de las tantas heridas profundas que él le había hecho y que tardaron en cicatrizar. Ese rastro me llevó a la ventana de su habitación, y ahí parecía desaparecer...

Luego de un par de horas de búsqueda infructuosa, deje que la primera conclusión a la que había llegado me invadiera por completo: Ella no quería que la viera en el estado en el que estaba.

[...]

El fin de semana había pasado, y ella no apareció. También la esperé durante todo el lunes con un dejo de esperanza, pero los resultados fueron nulos. El martes estaba comenzando y yo estaba partiendo rumbo a Miami.

Finalmente podría retomar mi vida, y a pesar que no pude verla, sabía perfectamente que esa no había sido la última vez que ella estaría en mi vida.

Me iba a encargar de eso.

[...]

3 meses después...

- Camila, el vídeo de Shameless fue aprobado. - Britt entró sin tocar a mi estudio, lo que le había dicho que podía hacer siempre que la puerta estuviera abierta.

Me encontraba en uno de los cuartos de mi nuevo apartamento en Miami. Ahora que era consciente de muchas cosas que antes se me ocultaban, tome la decisión de mantener a mi familia alejada por completo de mi actividad, lo que no fue tomado, por mi madre sobre todo, con buen agrado, pero era la única forma de protegerlos que tenía y también evitaba tener que explicar muchas situaciones.

- Bien. - Le dije extendiendo la mano para ver las hojas en la carpeta que me entregaba.

- No objetaron nada con respecto al vídeo, les gustó tal y como lo pensaste... Siempre cambian algo, pero esta vez no. Yo creo que los impresionaste. - Seguía hablando Britt mientras mis ojos se quedaron clavados en una de las 3 firmas que había al pie de página.

- ¿Esta firma es la de ella? - Le pregunté sin prestar atención si me estaba diciendo algo, mientras pasaba la punta de mis dedos sobre la firma.

- Si, LJ, Lauren Jauregui. Ella fue la primera que firmó según me cuentan.

- ¿Pudiste establecer algún contacto con ella?

- Aún no. Es evidente que no quiere acceder a eso.

- Pensé que dijiste que tenías tus recursos...

- Si, los tengo, pero ella me conoce demasiado y siempre está un paso por delante.

Sonreí y suspiré.

- Seguí intentando. - Le pedí.

Lauren no permitía que tuviera un contacto con ella como deseaba. Unos días después de abandonar Los Ángeles, ya en Miami, volví a sentir por las noches su presencia, pero ella nunca se exponía ante mis ojos. En el último mes mí paciencia se agotó, y comencé a hablarle para intentar convencerla de aparecer, lo que no había funcionado ni una sola vez... Eso no me desespero, pero si me dio lugar a pensar nuevas estrategias.

Esa misma noche.

Luego de un día extenuante por todos los preparativos que implica estar a punto de sacar un álbum, y comenzar en breve con el rodaje de un vídeo, decidí tomar un baño relajante antes de ir a dormir... En realidad decidí tomarlo cuando se suponía que comenzaría a dormir.

Las luces de todo el departamento estaban apagadas. La única luminosidad la brindaban un par de velas, rojas y blancas, que estaban encendidas y dispuestas en el piso del baño, marcando un camino con su distribución.

Reptiliana. (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora