Harry Potter y el Viaje mágico

Capítulo 34

*Lumus*

Harry Potter y el Viaje Mágico
Parte 2

-CAPÍTULO 34-

Después de una mañana refrescante y una tarde parcial de sueño, Harry se movió del piso que él y Bellatrix compartían y se dirigió al Callejón Diagon con un disfraz construido con algunos encantos cosméticos básicos diseñados para aclarar, apartar su cabello y oscurecer sus ojos.

Los duendes de Gringotts le proporcionaron a Harry el estado más reciente de sus cuentas y las de Bellatrix, una pequeña colección de tarjetas de crédito mágicas y muggles con el nombre de Harry Ashworth Black estampado en el frente, una gran bolsa de dinero llena de galeones y un cheque de caja para 25,000 galeones hechos para el profesor Dumbledore.

Harry se dirigió a la oficina de correos de Owl, donde se separó del cheque de caja y luego se acercó a Quality Quidditch Supplies. Después de aproximadamente una hora de hojear revistas de Quidditch, leer libros de jugadas y mirar el último equipo de Quidditch, Harry se acercó al empleado.

"Tomaré uno ... bueno, que sean dos, Saetas de Fuego", anunció Harry.

El empleado que había renunciado por mucho tiempo a venderle a Harry farfulló sorprendido. "¿Dos?"

"Mi esposa no puede quejarse si yo también le consigo uno, ¿verdad?" Harry dijo, guiñando un ojo. Si es que ella no acepta, Harry calculó que solo tendría que comenzar a detallar toda la basura que había comprado en los últimos meses, comenzando con la varita del artesano.

Con su bolsa de galeones casi completamente vacía, Harry salió de la tienda con dos Saetas debajo del brazo. Estaba a punto de desaparecer cuando vio la tienda de los gemelos Weasley. Suponiendo que no estaría de más ir a echar un vistazo, Harry se acercó y cruzó la puerta hacia el Asistente de los Weasley, esquivando suavemente un pollo volador de goma que solía aprovecharse de los visitantes de la tienda.

"Te mueves como alguien que ha estado aquí antes", dijo Fred, o George, desde detrás del mostrador. "Pero no puedo decir que te haya conocido"

Harry sonrió, sintiéndose de alguna manera emocionado de ver a los gemelos Weasley. "La reputación de usted y su hermano les precede a ambos".

El gemelo miró a Harry y tomó nota de las dos nuevas Saetas debajo del brazo de Harry. "Amante del Quidditch, ¿verdad?"

"Ha pasado un tiempo desde que jugué", admitió Harry, "pero aún disfruto de una escoba rápida, particularmente en estos días".

"En estos días, la mayoría de la gente no puede pagar las Saetas", declaró el otro gemelo, saliendo de una habitación detrás del mostrador.

"Una circunstancia verdaderamente desafortunada", notó Harry, acercándose al mostrador y decidiendo dejar atrás las bromas. "Estoy en el mercado para comprar varitas mágicas, algunos paquetes de cremas canarias y varias bolsas de polvo instantáneo peruano".

"Un animal de fiesta, ¿eh?" dijo uno de los gemelos.

"Será una fiesta sensacional", declaró Harry, sacando varias docenas de galeones cuando uno de los gemelos fue a buscar su orden.

Después de esa parada lateral, Harry se dirigió a casa y se sintió aliviado al ver que Bellatrix aún no había llegado a casa de sus mandados.

Harry guardó los suministros de la tienda de los Weasley arriba con su principal arsenal de cosas que le gustaba tener a mano, y luego regresó a la habitación de él y Bellatrix con la idea de que podía esconder los escobas debajo de la cama hasta que Bellatrix se calmara.