❝ -Aún si logras salir de este manicomio, no hay escapatoria.
-¿A qué te refieres?
-Te perseguirá hasta la muerte. Y no descansará hasta destruirte por completo ya que estas manchada de este lugar.
-¿Quién? ¿Qué?
-Tu mente. ❞
| VIDEOJUEGO PERTE...
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——— R E S I L I E N C I A ———
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Nota 1: ❝Hoy es mi primer día trabajando para la corporación Murkoff y estoy bastante emocionada pues es el tercer trabajo estable mas o menos importante que tengo en mi vida desde que fui asesora de ventas en aquella Sex Shop y encargada del almacén de aquella tienda departamental. Aun me cuesta creer que me hayan contratado para trabajar en una corporación de renombre como Murkoff pero el cargo de "asistente ejecutiva" se verá muy bien en mi futuro currículum ❞
❝ Ya casi llegamos a un hospital psiquiátrico ubicado en Mount Massive donde empezaré a trabajar para el dueño, Jeremy Blaire, y aun no lo conozco personalmente pero me esforzaré al máximo por hacer un buen trabajo ❞
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Ana Morgan terminó de escribir en su libreta y la cerró de golpe haciéndose la inocente luego de que el chofer le advirtiera que qué estaba haciendo.
—Oh, por favor, llevo dos horas en un auto y un viaje que parece interminable —replicó la mujer despreocupadamente inclinándose para hablarle al lado al trajeado hombre —. ¿A qué hora llegamos?
—Faltan quince minutos
—Lo mismo dijo hace media hora—reclamó Ana con un leve bufido—. ¿Se refiere a quince minutos en el tiempo transcurrido en, no sé, Júpiter?
—Señorita Morgan, le agradecería si, por favor, pudiera sentarse y mantenerse en silencio—zanjó el hombre sin despegar la vista de la carretera—. Llegaremos a la hora que debamos llegar.
—Uf, qué amable—rechistó la mujer sarcásticamente volviendo de brazos cruzados a su asiento—. De acuerdo, me quedaré quieta pero ¿no podemos ni siquiera escuchar algo de música?
El chofer encendió la radio tratando de sintonizarlo dando solo con el ruido de la estática.
—Estupendo, ni siquiera un poco de música —chistó Ana.
Finalmente, llegaron a la cadena de montañas perteneciente a Mount Massive y poco tiempo después ingresaron a la entrada del Hospital Psiquiátrico de Mount Massive. Luego de un riguroso protocolo de seguridad, las imponentes rejas se abrieron para dar paso al vehículo. La mujer contempló el lugar y colocó su bolso en su regazo disimulando que el lugar no le resultaba intimidante.
El auto se detuvo en frente de la fachada de la inmensa infraestructura de estilo gótico, victoriano, medieval, o lo que fuera pues no es que Ana dominara el tema de los estilos arquitectónicos, pero el punto era que tenía un aspecto demasiado antiguo. El chofer de bajó del auto para proseguir a abrir la puerta donde bajó Ana.
