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— Estas despedido —

Doyoung miro al dueño del lugar, sabía que no estaba bromeando pues era su jefe y no se prestaba para ese tipo de bromas, y al menos Ten jamás haría una cosa así.

— ¿Por qué? — pregunto aunque ya estaba decidido a irse —

— Lo lamento Doyoung, eres un excelente trabajador — continuó el señor, con un semblante de amabilidad, misma que el pelinegro encontró falsas — Pero un sobrino vendrá a la ciudad y necesita un trabajo, así que —

— Entiendo —

El pelinegro se quito la playera, tomo sus cosas y camino hasta la salida, sin decir ni pedir nada, mucho menos dar las gracias, estaba molesto, pero no pensaba hacer una escena, no lo valía.

Camino dando vueltas por el lugar, no tenía ánimos de ir a la pastelería y tener que hablar sobre ello, así que decidió que comenzaría con la búsqueda del siguiente empleo, de todos modos tarde o temprano tendría que hacerlo.

¿Y si iba a molestar a Jaehyun? Después de todo él ya lo había molestado en un par de ocasiones y aquello le daba un pase para hacer lo mismo.

La tarjeta estaba escrita a mano y solo venía el nombre y su dirección, así que tomo un taxi y le dio la dirección.

No le sorprendió llegar a un edificio enorme y bastante elegante, pensó que ahora que lo pensaba Jaehyun siempre iba bastante formal, así que sería obvio que trabajaba en alguna oficina.

Él en cambio iba bastante más sencillo pero cómodo, así que ingreso al edificio recibiendo miradas de desagrado de un par de personas, pero poco le importaba, de nuevo le daba las gracias mentalmente a Ten por hacerlo inmune.

— Buenas tardes Señorita — se acerco al mostrador de la recepcionista, no estaba seguro que en aquel edificio tan enorme pudieran identificar a un trabajador por su nombre pero esperaba tener suerte, después de todo el castaño le dio aquellas indicaciones —

— Buenos días — por supuesto que no paso por alto la mueca de la chica de desprecio — ¿En qué puedo ayudarlo? —

— Estoy buscando a alguien, Jung Jaehyun —

— Verá — la chica hizo una mueca de sorpresa, misma que después se torno aún más de desagrado al escucharlo mencionar aquel nombre — Si no tiene una cita, no podrá recibirlo, porque justo ahora se encuentra en una —

— ¡¿Qué haces tú aquí?! —

Doyoung conocía ese tono, aunque solo lo hubiera escuchado una vez, podía recordarlo perfectamente, así que tomo aire porque estaba seguro que lo necesitaría.

— ¿Por qué debería decirte? — se giro cruzándose de brazo para verla mejor, Irene estaba parada ahí en la entrada del lugar, lucia aún mas arreglada que la última vez que la vio y no necesito pensar mucho para saber el porqué — Mejor dicho ¿Qué haces tú aquí? —

— Yo estoy aquí, porque aquí trabaja mi novio — respondió dando un par de pasos hasta quedar cerca pero a una distancia segura — Lo que no explica es que haces tú ¿Realmente crees que nosotros hemos terminado? —

— ¿Tu novio? — Doyoung pregunto sonriendo fingiendo la seguridad que no tenía, porque no era tonto, aquello era posible, pero solo le quedaba una cosa por hacer y era molestarla con lo real y comprobable — ¿Estás hablando de mi esposo? —

— ¡No es tu esposo! — grito apretando los puños y conteniéndose probablemente por estar en aquel lugar —

— Tengo un papel que lo prueba, así que te diré una sola cosa, deja de acosar a mi marido — hablo lo más tranquilo que podía, estaba seguro que aquello sacaba de quicio a Irene —

YOLOWhere stories live. Discover now