Mientras caminabamos por la acera, miles de preguntas aparecieron en mi cabeza, pero sabía que no debía hacerlas, tal vez para él las cosas habían quedado superadas, y si no, pues, para mí si.
- Te ves muy linda con tu uniforme - por fin hablo.
- Gracias, es muy cómodo - trate de ser amable.
- Me dio mucho gusto verte, tenía mucho que no lo hacía, digo, eliminaste todas tus redes, y no eres mucho de utilizar Facebook.
- Am... Si, a decir verdad pienso que esas redes lo único que hacen es llenarnos la cabeza de porquerías.
Llegamos a una parte muy linda del vecindario, eran casi las 5 a.m. diablos, estuvimos caminando por dos horas.
- Vaya, creo que debería volver a casa, necesito dormir, más tarde tengo examen - le dije y comencé a caminar.
- T/N, espera - me dijo - espero que hayas pasado un buen cumpleaños. Sé que no debí portarme como lo hice hoy, pero lo único que necesito es que me digas que todo está bien entre tú y yo, que por lo menos podemos ser amigos, cómo en los viejos tiempos.
Por un momento lo dude, pero a decir verdad, ya éramos lo suficientemente grandes para dejar todo atrás y seguir.
- Está bien Cal, ¿Amigos? - extendí mi mano
- Amigos - me tomó la mano y la estrecho.