La preocupación de las diosas

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Tokio, Japón

Serena Tsukino, una joven estudiante experimenta un extraño sentimiento, sujeta con fuerza el broche en medio de su blusa escolar de marinerito, su mirada se pierde mientras piensa que puede estar causándole esta sensación inusual.

- ¡Serena! ¡Te perdone por entrar tarde pero no para que te duermas mientras doy la clase! -. Los gritos de la furiosa maestra la sacan de ese estado, que no sería la primera vez, que se encuentra así de desorientada en medio de clases, pero si la primera vez que la deja entrar a pesar de la hora tan tarde que llego.

La joven rubia con largas coletas intenta excusarse mientras intenta ocultarse de la vergüenza por ser regañada enfrente de todos y recordándole su mal record de estudiante que ya tiene con ella.

Al finalizar la clase Serena se consuela en el hombro de su amiga, una rubia de largo cabello lacio adornado con un enorme listón rojo.

- ¡Serena me estas llenando de migas con tu galleta! Al menos dame un pedazo.

- ¡Lo siento Mina, pero ser regañada me dio hambre! - Serena le da otro bocado a su galleta mientras Mina acaricia el cabello de su amiga esperando que le dé a probar.

- ¿¡Chicas ya escucharon la noticia!?- una joven castaña de cabello ondulado se acerca a toda prisa hacia el par de rubias.

- ¿¡Cual noticia te refieres Molly!? ¿Te refieres al rumor del cabello de Lucy o al del baño de chicas de último año? - comienza a enumerar Mina cada "noticia" que ha escuchado en el día.

- ¿Del cabello de Lucy? No mina ¡es sobre el guapo doctor! En el puesto de donación de sangre que está cerca del parque ¿nos acompañan después de clases con las demás chicas? 

Mina se levanta rápidamente aceptando la invitación de Molly dejando caer de cara a su amiga que empieza a lamentarse por no acompañarlas por el castigo que se ganó en clases.

Atenas, Grecia

En la biblioteca del templo del patriarca una bella joven de cabello lila, Saori Kido, la reencarnación de la diosa Atena y un joven de cabello largo castaño con dos marcas como puntos, en vez de sus cejas, Kiki el caballero dorado de Aries, buscan alguna manera de despertar a Seiya, el caballero de Pegaso que se encuentra en un estado de coma.

- ¿Has encontrado algo entre esos antiguos escritos Kiki? -

-Creo que si señorita Saori, pero no lo comprendo del todo-. Ambos observan una serie de imágenes que encontró el joven santo de oro en un antiguo pergamino. Al ver el pergamino Saori se sorprende, pero su expresión se vuelve melancólica al observar fijamente una imagen de lo que parece una ciudad, en el centro un palacio y en lo más alto del palacio se encuentra una luna creciente.

- ¿Encontraste mas documentos que mencionen ese lugar Kiki? -

- Si señorita Saori, según otros escritos hablan que se encuentra en este lugar un cristal con un poder semejante al de los dioses. Pero no recuerdo haber visto una ciudad que se le parezca.

-Si. Se encontraba antes de que fuera destruido. Pero si lo mencionan es posible que haya sobrevivido. Kiki necesito que me acompañes a Star Hill.

En el templo, en Star Hill, la montaña más cercana a los dioses. Saori conduce al joven santo de Aries a traves de varias salones, pasando por varios objetos desconocidos en vitrinas hasta que la diosa se detuvo enfrente de uno brillante, un cetro.

-Señorita Saori ¿de quién es ese cetro?

-Le pertenecía a una bondadosa soberana de un gran reino antiguo, más que la era mitológica. Kiki te pido que uses tus poderes y encuentres a esa persona.

El joven santo acepta y cerrando los ojos comienza a usar sus poderes psicoquineticos guiándolo con su cosmos. Un torbellino de recuerdos y emociones sacuden la mente de Kiki quien presencia una guerra y la destrucción de un reino paradisíaco, como si fuera la ciudad de los dioses, los recuerdos le brindan una imagen y un sentimiento que lo conducen a Japón, en Tokio.

Inframundo

Una bella mujer logra moverse entre los escombros del caos del inframundo siendo guiada por un enorme báculo en su mano. Al observar todo alrededor se percata de una cantidad de personas reunidas ante un trono con una hermosa mujer con una armadura roja brillante mientras a la par de ella se encuentra una lanza dorada, con la punta roja, flotando emitiendo una energía violenta y frente de ella cuatro personas arrodilladas ante la mujer.

-aquí es donde provenía esa extraña energía que sentí a través del pasillo del tiempo-. La mujer con traje de marinero examina toda esa reunión de personas, pero sus ojos se quedan fijos en algo que atrajo su atención, una puerta brillante con los símbolos de los planetas y de los signos zodiacales, en especial un símbolo de una luna creciente. 

-Esa es la marca de la familia real, debo de informar de esto inmediatamente-. Se dice para si la guardiana mientras se pregunta sobre la relación que tienen con los signos zodiacales en especial unas palabras que están griego antiguo.

-Ahí es donde se encuentra ese cosmos intruso, ¡tráiganla viva mis legionarios! - Señala la mujer de cabello y armadura roja hacia donde se ocultaba la guardiana.

Unas figuras encapuchadas se dirigen hacia la guardiana mientras alza su báculo emitiendo una fuerte y brillante luz en el lúgubre reino. Mientras se va alejando del lugar logra ver sobre su hombro que aún es perseguida.

"En el pasillo del tiempo los perderé" Fue lo que pensó la guardiana de cabello largo de color verde oscuro.

- las guardianas deben ser advertidas-.

Sailors y Saints: las diosas de la guerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora