Capítulo Tres: "Otro Infierno"

272 12 228
                                    

[Aviso importante: Este capítulo puede notarse con errores tanto gramaticales, narrativos y argumentales que quizá no coincidan con el primer capítulo de la obra. Dichas fallas son temporales pero, no son nada graves pues, solo afectan la forma como se muestran las cosas más no el resultado pues será el mismo. Espero su comprensión pues a partir del capítulo 5 estos fallos son inexistentes a esa magnitud. Gracias por comprender.]

—Estoy muy confundido, no entiendo nada de esto y no encuentro razones para que un ser tan corrompido por el odio sea mi hermano, ¿acaso existe algún parecido entre nosotros? —Dijo Guarren enfrentando una mezcla de emociones y pensamientos que sólo se concentraban en a arrancarle la cordura.

Ante esa pregunta, Nerraug, quien tenía a Guarren bajo sus garras, le congeló de sus patas, cola y al alas contra el suelo para evitar su huida. Además de ello, el hielo estaría descargando energía contra Guarren lo que evitaría durante un rato que pudiera moverse. Hasta el momento, todo normal, parecía que Nerraug estaba a punto de atacar a Guarren pero, eso no ocurrió.

La pata de Nerraug se posó sobre su galante rostro de Dragón alfa y apretó fuerte sobre su frente ya que, tenía un gran dolor de cabeza que se reflejaba en los gestos de dolor en su rostro. Pronto empezó a golpear por aquí y por allá, buscando en el caos y la destrucción una salvación a su enorme dolor. En instantes, cuando destruir el campo de batalla no le era suficiente, vio a lo lejos los soldados de Guarren y decidió ir contra ellos para escupir sobre ellos toda su furia; el temible dragón encaró a más de 300 Humidrags y 50 Dragones que definitivamente no estaban listos para el infierno que vendría. Todos los Humidrags lanzaron llamaradas gigantes contra Nerraug mientras los Dragones se lanzaban contra el para herirlo, no obstante, con solo un rugido Nerraug logró quitarse de encima a los Dragones pues, el rugido provocó una implosión desde el interior de Nerraug cargada con mucha energía que lastimó seriamente a los Dragones. Los Humidrags al ver eso y que sus llamaradas apenas hacían efecto sobre Nerraug, comenzaron a retirarse de la lucha.

—No, ¡vuelvan, debemos seguir atacándolo de frente! —Dijo un soldado valiente que mantenía su llamarada.

Por su lado, Nerraug quien rebosaba en ira volvió a cargar mucha energía dentro de el para, acto seguido, hacer una carga contra todo el ejército que estaba de frente. Solo se escuchó una explosión que dejó Nerraug y posterior a ello se le vio a 1.5 kilómetros de donde estaba pero, detrás de el había quedado un rastro de hielo, energía y restos irreconocibles de lo que hace segundos eran más de mil soldados tanto del pueblo de hielo como de fuego. Nerraug estaba totalmente perdido y descuidado pues encontraba placer en la matanza pero, aún con lo que había hecho, no le parecía suficiente por lo que puso su vista en el centro del campo de batalla donde aún permanecían miles luchando.

Sin embargo, justo cuando Nerraug ya había estirado sus alas para efectuar un ataque aereo, una gran masa de fuego le dio una embestida tan brutal que tanto el como la masa de fuego acabaron a kilómetros de ahí estrellados contra las montañas pero, no sería lo último puesto que antes de que Nerraug pudiera recuperarse, la masa de fuego con forma de bestia empezó a propinar una serie de puñetazos llenos de violencia como nadie le había propinado a Nerraug antes pues, cada golpe hacía temblar la montaña. Los golpes y el fuego comenzaron a cesar luego de un rato y, los rostros de Nerraug y de la masa de fuego  empezaban a desvelarse; contra el suelo y con vista al cielo estaba el rostro casi desfigurado, quemado y ensangrentado de Nerraug quien no podía creer lo que había pasado y por el otro lado, estaba Guarren quien en un ataque de rabia arremetió en un frenesí violento contra su hermano Guarren muy asqueado por la matanza que había hecho.

—¡¿Por qué carajos, maldito?!, ¡¿Por qué haces todo esto?! ¡Se supone que esta gente pelea a tú lado y la matas, se supone que me odias y te desquitas con mi gente, se supone que soy tú hermano y solo intentas asesinarme! —Gritó Guarren arto de todo y sin pensarlo soltó un zarpazo en el pecho de Nerraug dejando una herida bastante profunda.

Elegía InfernalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora