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Viernes, 03:46 PM

Iwagakure.

—Ayer esos niños volvieron a molestarme. —anuncié mientras cruzaba el puente que conectaba veredas con veredas. Me senté en el medio, interrumpiendo el paso de mi rubio compañero. Él me imitó y una vez a mi lado apoyó su cabeza sobre mi hombro.

—¿Los golpeaste como te dije? —asentí.

Unos adultos tuvieron que venir a despegarme de los pelos de ese niño, pero ya era tarde, tenía un diente menos y un ojo morado.

—Posiblemente venga el ratón Pérez a la casa de ese niño, debería agradecermelo. —Deidara me dio un beso en la mejilla.

—Eres todo un caso. —aun no me acostumbraba a los besos casuales de él, por lo que siempre me ponía nerviosa y mi rostro ardía, pero eso no quitaba el hecho de que los disfrutaba.

—¡Niños, muevanse! —gritó un hombre en el extremo del estrecho puente. Refunfuñando me levanté y seguí mi camino con Deidara siempre a mi lado.

—¿No te da curiosidad dónde está el río que trae el agua que cae? —señalé los desagües debajo de nosotros. Deidara miró y se quedó pensando un rato antes de decir:

—No, algún día lo sabrás. —y con eso la charla finalizó.

Más tarde, cuando ya me encontraba en casa, estaba acostada en mi cama. Pensando en todo lo que había sucedido en el día.

~Te gusta Deidara. ~afirmó Shin. Su voz sonaba en mi cabeza y nadie más podía oírla. Lo único que lo hacía real para los demás eran unas cadenas que salían de mi espalda y se movían independiente de mis deseos. Esas cadenas eran la manifestación de Shin fuera de mí.

—No me gusta, es mi mejor amigo.

«Sin embargo siempre decimos que estamos casados desde que nos conocíamos hace cinco meses» mi conciencia no ayudó.

~¿Sabes? Puedes mentirle a él, a tu tía, ¡hasta a ti misma! Pero no a mí. ~tragué saliva.

—Shin... Tengo diez años, ésta conversación la tendré a mis dieciséis, solo soy una niña y él mi mejor amigo.

~Yo creo que tú mejor amigo ya está más maduro en ese tema, tiene trece. Te sorprendería lo rápido que son para éstos temas hoy en día.

—Lo que a mi me sorprende es como puedes tener ese vocabulario y forma de pensar si tienes la misma edad que yo.

~Uno se hace viejo más rápido aquí dentro, el aburrimiento te hace madurar.

—Pfff. —mi tía entró a mi habitación.

—¿Hablas con Shin? —asentí. Parecía alarmada. —Ah, mmm, bueno, por un momento creí que... —se llevó la mano al pecho y ladeé la cabeza. «¿Creí qué?» —Saludos, Shin.

~Dile "hola" de mi parte.

—Te devolvió el saludo. —asintió y se fue.

~¿No te pareció un poco paranoica? Cómo asustada. ~suspiré en confirmación.

Mi tía siempre había sido muy reservada en todo a lo que mi pasado se refería: mis padres, mi familia, mi apellido, el hecho de que no quería que me uniera a la academia ninja, el porqué Shin está dentro de mí.

Sin compromisos | Deidara, Sasori Y Tu |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora