✿੭.゚DOCE ༄✦

287 55 2
                                    

Onoga   ཻུ۪۪ϟ.

Desde aquella vez, cuando llegamos de nuestro viaje y estábamos frente a casa de Yuzuriha-chan, después de esa extraña conversación entre Taiju y An-chan, todos permanecían muy serios. Debo decir que, aunque toda mi vida, siempre he sido un hombre alegre y bromista, si la situación no me lo permite no me fuerzo a serlo. Incluso yo le tengo apego a la vida, y respeto a todo el que trate de preservarla. Poniendo eso de lado, quiero decir que sé cuanto se están esforzando Senku y Taiju, y cuanto Yuzuriha-chan los apoya, pero sigo sintiendo la inquietante sensación de peligro detrás de mí, como unas filosas garras acercándose por mi cuello, mientras yo solo observo hacia otro lado y el viento frío se une a mis escalofríos.

Han pasado unas cinco semanas desde la última vez que Senku, An-chan, Taiju y yo estuvimos juntos en el mismo sitio. An-chan ha desaparecido desde entonces, y, aunque eso preocupa a Senku, Taiju y Yuzuriha-chan, su mayor prioridad sigue frente a sus ojos. Tienen la fuerza de voluntad suficiente para no quitar la vista de su objetivo. Pero, ya sabemos cómo son, nunca dejarían de lado a una amiga; Yuzuriha-chan los apoya buscando a An-chan. Con ayuda del padre de Senku, quien volvió de E.U. (NASA) el primer día que el sol se eclipsó, han extendido su zona de búsqueda hasta otros países. Hoy me he unido yo e iremos a su casa. Habíamos descartado hasta ahora ese lugar, por los argumentos de Senku, pero no perdíamos nada en echar un vistazo en su hogar.

─ Quisiera seguir ayudándolos, chicos, pero me han llamado al trabajo. ─ nos informó el padre de Senku, Byakuya-san.

─ E-está bien, Byakuya-san, nosotros podemos buscar por nuestra cuenta y con nuestros medios. ─ debo admitir que admiro mucho a los astronautas. Por eso mismo me sorprendí mucho, en estas semanas, al descubrir que los padres de An eran astronautas.

─ Si lo han llamado… Tal vez a los padres de An-chan también, ¿cierto? Tal vez la encuentre por allá. ─ oh, no lo había imaginado. Bien pensado, Yuzuriha-chan.

─ Es una probabilidad. ¡Bien! Estaré en contacto.

Y después de eso se fue, mientras nosotros seguimos con lo que haríamos. Fuimos a casa de An-chan, y no había alma alguna dentro. Pero Yuzuriha-chan tenía la llave de la casa, por lo que entramos. Vimos un poco dentro de casa, viendo todo ordenado, por último … decimos revisar en la habitación de An-chan. Cuando estábamos frente a su puerta Yuzuriha-chan y yo intercambiamos miradas y asentimos, a lo que ella abrió la puerta y encendió las luces.

Nuestros ojos se abrieron aún más ante la sorpresa. Frente a la puerta la pared estaba cubierta por un mapamundi, en el que se marcaba, en círculos rojos, tres lugares: México, Turquía y Perú. Pero eso no era lo que nos causó sobresalto, sino lo que se encontraba sobre el escritorio de An-chan; unos cinco o más gorriones de piedra, tan detallados que era imposible que fuesen simples estatuas hechas a mano. Se desparramaban por sobre lo ancho de la cama materiales para mecánica, hojas en blanco y, lo que terminó desviando nuestra atención de lo demás, el ordenador encendido que, en la anterior oscuridad, iluminaba la habitación. Entre tanto, pude darme cuenta del hecho extraño: aquí había electricidad. ¿Es que ya había vuelto?

Mientras yo pensaba sobre ello, Yuzuriha-chan abrió la ventana guardada del computador, encontrándose con una descarga de un libro en PDF. El título hizo que, por mi parte, sintiera escalofríos: "El agua petrificadora de Perú: Patrimonio geológico y minero". ¿De qué se trataba esto? ¿Tenía alguna relación con el estado de estas aves? ¿Acaso An-chan pensará…?





(CANCELADO) El Eterno Eclipse de Sol. | Dr. Stone. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora