✿੭.゚DIECIOCHO ༄✦

179 31 5
                                    

❁⃘  Chrome  ⃘❁

✄-----------------------------------✄

─Estaba muerta antes de ser petrificada. ─escuché decir a la voz de Gen.

Lo miré con sorpresa ante su declaración. Su seguridad al afirmar eso me hizo creerlo así, además de los pequeños detalles que noté.

─Es muy posible. ─le di la razón a Gen, a lo que él asintió.

Ya casi era una certeza.

Vimos a Senkuu mirar a la estatua de la chica y cubrir su boca. ¿Parecía sorprendido? El sorprendido era yo, al saber que Senkuu no había pensado en eso primero.

Aunque tal vez no era del todo así, pude verlo. Era claramente incredulidad, escepticismo, uno que al parecer no noté hasta ahora. Eran el tipo de sentimientos que chocan contra la verdad, cuando recibes la noticia de que un Ser querido murió. El hecho que un tipo tan perceptible como Gen se lo confirmara, hacía que las esperanzas de Senkuu se derrumbaran. Esta vulnerabilidad no es un estado en el que alguna vez imaginé ver a Senkuu, nunca. Me sentía apenado y triste por él.

─¿Muerta? ─una voz temblorosa y potente hizo que Gen y yo viéramos al dueño de ella─. ¿Es en serio, Senkuu? ─preguntó Taiju, incrédulo ante la noticia. Comenzó a lagrimear.

Yuzuriha no se quedó atrás, siendo igualmente afectada.

Senkuu no les dirigía la mirada.

─No, no puede ser. No puede estar muerta, ¿verdad, Senkuu? ─la castaña intentó buscar la mirada del rubio, siendo esquivada.

Sentí las mismas ganas de llorar que ellos dos, conmocionado a pesar de no conocer a la chica de la estatua colorida. Me alejé, intentando darles espacio.

─¡¡No, no puede estar muerta!! ─gritó Taiju, acompañado de un sollozo. Eso logró despertar a todos lo que seguían durmiendo, haciéndolos preocupar por la repentina conmoción─. ¡¡No puedes estar muerta, An!! ¡No puedo aceptar que en verdad lo hayas hecho! ─gritó esta vez en dirección de la estatua, arrodillándose a su lado. Un vano intento de hacerla reaccionar─. ¡No puedes dejarnos así! ¡No cuando dijiste que estaríamos juntos a pesar de las dificultades, no aunque te dijera que morirías sumamente arrepentida! ─Taiju largó otro sollozo, acompañado por Yuzuriha y la ceñuda cara de Senkuu─ ¡¿Qué pasó con tu amor?! ¡¿No quieres ver como Senkuu salva al mundo y cumple sus sueños?! ¡¿Es que no era tu sueño verlo hasta el final?! ─declaró, apretando los dientes en un intento de no dejar escapar un hipido. Esas palabras habían sorprendido a más de uno, incluso Senkuu lo miró sorprendido─. No puedes solo irte, así como si nada. Si en serio estás arrepentida, toma la responsabilidad antes de pensar en huir. Sé que no eres una cobarde. ─de pronto la voz de Taiju abandonó su usual tono alegre y jovial, para volverse áspero y grave, con tanta seriedad que incluso sentí escalofríos.

─Pero no queremos culparte por ello, bien lo sabes ─ahora fue Yuzuriha quien se dirigió a la chica de piedra, hablando con ella como si pudiera escucharlos─. Sólo te queremos a nuestro lado.

─Lo que hizo no fue nada malo ─esta vez fue Senkuu quien habló, siguiendo a los otros dos─. Salvaste la integridad de los humanos. Ayudaste a salvar el mundo, no hay de qué sentirse culpable ─Senkuu fue bajando su tono de voz. Sonaba afligido, pero no dejó de hablar─. Y sé que esto no fue completamente tu trabajo.

Taiju y Yuzuriha lo miraron, preguntando con la mirada algo que no pudimos entender, recibiendo respuesta.

─An obviamente trabajó con alguien más para crear el arma petrificadora. No es completamente su responsabilidad. Y juzgando por lo que hizo, como fue suicidarse ─ante esa palabra, sus viejos amigos mostraron una expresión adolorida─, quiere decir que algo sucedió, en lo que no hizo nada pero se sintió culpable.

─¿Un accidente? ─cuestionó Gen. Senkuu asintió.

(CANCELADO) El Eterno Eclipse de Sol. | Dr. Stone. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora