Capítulo 3 - Resaca

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Ropa elegante. Perfume caro. Un taxi hasta la puerta del local. Y tres horas más tarde la velada en la Boîte à Frissons estaba siendo de todos menos aburrida.

Y tal y como había dicho Vanessa aquella misma tarde, una vez más Des terminó siendo algo así como un imán para los predadores de dicho local.

Al principio con invitaciones tímidas al estar en un apartado rincón con las otras dos mujeres. Después algunas invitaciones un poco más directas, acompañadas de copas caras con licores vistosos y halagos muy grandilocuentes.

Los momentos en que la música tomaba una pausa entre canción y canción, dos o tres supuestos caballeros se abalanzaban sobre el reducido trío, tratando de invitar a bailar al más alto de sus integrantes.

Por lo que Vanessa y Elisa tuvieron que pasarse las primeras dos horas espantando moscardones mientras obligaban a Des a brindar con champan por la próxima inauguración de su negocio. Éste se negó varias veces. Pero la insistencia de las mujeres fue mucha:

"Aburrido"

"Vas a estropearnos la celebración"

"¡Es sólo una copa!"

"¿Acaso no quieres brindar por el éxito de tu café?"

"¡Brinda o gafaras la apertura!"

Como era de esperarse al final Des cedió, pero tres copas más tarde ya se encontraba completamente ebrio y mareado. Demasiado borracho para la ridícula cantidad de alcohol que había consumido en realidad.

Eso pareció ser también parte de la diversión durante un rato, por lo que Vanessa reía entre dientes cuando había sido el propio Des para variar, quien había salido a la pista a bailar un par de canciones.

E incluso un poco más tarde hasta se había lanzado sobre un moreno de buen ver, con el que estuvo un rato muy entretenido mientras trataba de coquetear muy torpemente con él. Hasta que de pronto la cosa se puso un tanto seria, cuando éste le susurró algo al oído, y tras obtener un sonrisa ingenua por parte del joven de ojos ámbar, estuvo a punto de llevárselo fuera del local.

-Muy deprisa amigo –exclamó entonces Vanessa agarrándose a la cintura de su antiguo cliente para impedir que el desconocido se lo llevase. –Él no está interesado. Fuera.

-Él está más que interesado. –exclamó el hombre moreno señalando a Des quien miraba todo el local con una sonrisa ebria mientras pasaba a buscar algo más a lo que aferrase para no perder el equilibro. No sin antes musitarle a la mujer entre risitas quedas y tímidas:

-Que bien quesstass aquí Vannessssa... ¡Mirha! su pelho se paressse al de Helios... pero el tenia... ¿me llamariass loko si te difo ke creo que tnia estreyas en el peloh?

-Él lo que esta es borracho hasta las cejas. –replicó entonces ésta al desconocido. Entendiendo de golpe que era lo que había lanzado a Des en aquel estado de clara ebriedad hacia el otro hombre. -Dame tu teléfono y que sea él quien decida si quiere llamarte o no cuando se le baje el alcohol.

El hombre volvió a mirar a Des de arriba abajo, comiéndoselo con los ojos, e incluso mordiéndose el labio inferior con intensa lujuria mientras lo hacía. Estaba más que claro que no pensaba soltar a su presa tan fácil. Vanessa ante esto se vio en la obligación de decir:

-Esta borracho y es menor. ¿Quieres que te denuncie?

-¿Menor? –exclamó el hombre perplejo e incrédulo volviendo a mirar al joven de pálida piel que le lanzaba sonrisitas nerviosas.

Esta es la cosa más estúpida que has hecho en toda tu vida [ AMOLAD ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora