9.- Palabras incorrectas

2.3K 375 259
                                    

9.- Palabras incorrectas

Se removía en las sábanas negándose a iniciar un nuevo día, era una mañana de domingo ¿Qué le apresuraba a levantarse? Nada, debía tener un merecido descanso, después de todo, ayer había sido un día agitado: primero, la competencia de He Xuan; segundo, el almuerzo; tercero, maquillarse y elegir prendas apropiadas para ir a la fiesta. Tras eso, los sucesos que ocurrieron a lo largo de la noche fueron algo así: bailó, bailó mucho, luego comenzó a beber, beber y beber. Su último recuerdo era estar colgada del brazo de su ex novio, mientras le exigía que le acompañara a bailar. Tendría más vergüenza de su actuar, pero ahora su preocupación estaba en otro lado ¡No recordaba nada más!

Se sentó rápidamente en la cama y echó un vistazo a donde estaba, no reconocía ninguno de esos muebles, tampoco el color de la pared le traía recuerdo alguno, fue entonces que el miedo se hizo latente, ¡no tenía idea de a quién pertenecía esa habitación! Generalmente, cuando se emborrachaba terminaba llamando a Xie Lian y con la poca consciencia que tenía, le pedía que le fuese a buscar. Sabía que no estaba en la casa de su amado A-Lian y mucho menos era la suya.

Se levantó con temor y se dirigió a un espejo que había en la habitación, debía agradecer a los dioses que la resaca nunca le afectaba, así que podía analizar la situación sin ningún dolor de cabeza o malestar que interfiriera su análisis. Se observó atentamente: la ropa que traía puesta no era la misma con la que había estado el día anterior, sin embargo, el alivio vino cuando al examinar su cuerpo pudo descubrir que no había ninguna marca de ningún tipo, sumado a eso, no sentía ningún tipo de dolor físico: podía decir ahora con seguridad que no hizo nada de índole sexual.

Ahora debía descubrir otra cosa: ¿A quién pertenecía la habitación en la que se encontraba?

Comenzó a buscar con la vista, había un librero, pero sería imposible saber quién era la persona que buscaba solo con un montón de libros. A simple vista no había nada que revelara la identidad del individuo, era una habitación simple: cama, librero, escritorio, ropero y velador. No había rastros de fotos, pasatiempos o lo que fuese ¡Maldita persona incógnita!

Quizás se encontraba en la pieza de un hotel y por eso no habían rastros de identidad.

Se debatió por unos cuantos minutos que tan inapropiado era abrir cajones ajenos y sí, era completamente inaceptable hacer eso, aún así la curiosidad era mayor.

—Lo lamento dueño o dueña de esta habitación— dijo en voz alta mientras abría el cajón del velador.

Sus ojos brillaron y su expresión se volvió a una de genuina sorpresa al descubrir el contenido del cajón, había un bello recuadro dorado con una fotografía, en esta se veían dos adolescentes en la playa, uno sonreía radiantemente, mientras que el otro solo le observaba con una expresión imperturbable.

—He-xiong...

Su corazón latía fuertemente, ya no había dudas de quién era el propietario del lugar ¿Quién más que He Xuan conservaría una foto de ellos? Una sonrisa nerviosa se dibujaba en sus labios ¡He Xuan había conservado una fotografía de ellos! A pesar del tiempo, el recuerdo seguía latente, y ahora podía afirmar que no solo era algo suyo.

Recordaba a la perfección ese día en la playa, Qingxuan tenía ganas de ir a ver el mar, su hermano no estaba y sabía que He Xuan no aceptaría ir porque los pasajes eran un costo adicional e imprevisto. Luego de pensarlo, decidió que iría de todas maneras y que su amado le acompañaría, lo citó en el terminal de buses y le dijo "te voy a secuestrar por un día, así que no tienes derecho a oponerte sobre el dinero que gaste hoy". El de cabello negro abrió la boca para protestar, pero el de ojos verdes solo le respondió "secuestrado".

Cómo dejar de ser un idiota en el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora