¿Suicida o enamorado?

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¿Ahora qué iba a hacer?

Se encontraba encima de su compañero de clases, semidesnudo ante sus propios ojos. También con marcas que supuso él hizo en algún momento ¿Qué tan normal puede ser eso? Se estaba volviendo loco.

Apenas estaba empezando el sueño. Eso solo era el inicio de algo que nunca quiso comenzar en primer lugar. Y lo peor de todo es que realmente no podía hacer nada ante esto, ya que su cuerpo se movía sin su propia voluntad.

Era un simple espectador.

Pudo sentir cómo sus manos tomaban la cintura contraria, apretando levemente para que el rubio gesticulara algún gemido. Notó que esta vez su sueño era más realista sobre el tacto de sus dedos en el cuerpo ajeno.
Ya no era la delicada cintura de su anterior pesadilla; esta vez podía sentir con demasiada exactitud lo que había experimentado con su mano no hace mucho en medio de clases. Lo único diferente es que ya no estaba ese gemido de sorpresa por parte del rubio, esta vez sí era un sonido placentero al oído; ese que te dice que el otro está disfrutando del contacto.

A todo esto. ¿Por qué su mente ahora lo pintaba como un experto en el tema de tocar un cuerpo ajeno? Él nunca había tocado a otra persona de esa forma. En general, era ignorante del tema en todos los sentidos.

¿Qué me están queriendo decir este tipo de sueños?

Ahora se preguntaba si eso de verdad tenía algún significado para su vida. Es decir, muchos asemejaban los sueños como profecías y eso de cierta forma podría aplicar para él y su situación actual.

Pero tampoco tenía mucho sentido eso. El verdadero Bakugou era un grosero de primera y que se mostrara así de sumiso ante él, ese mismo quien lo había catalogado como su rival, le era algo imposible de creer. Tal vez la situación de estar besándose y todo podía explicar esa sumisión, pero un rubio quién no lo insultara...

—Y-Ya deja de jugar conmigo, mitad-mitad. Si vas a hacer algo, hazlo de una maldita vez o te juro que te romperé tu cara bonita.

Ah, no. Sí que ese era el Bakugou que conocía.

De nuevo prestó atención a lo que su cuerpo hacía. Se separó del piso observando otra vez el cuerpo contrario que se veía mucho más agitado y sudado. Haciendo un análisis de lo que podía apreciar, Bakugou definitivamente tenía un cuerpo envidiable para muchos, que si bien bajo su ropa holgada se mostraba delgado, una vez usaba prendas más pegadas, dejaba ver que la primera impresión era errónea. Ahora su mirada se posó en los ojos ojenos, los cuales por obvias razones mostraban deseo. Sabía que ahora pasaría algo mucho más profundo entre ellos; eso era seguro.

Otra vez su cara empezó a descender hasta estar con las frentes unidas, supo que no estaba equivocado. En poco tiempo ese contacto se volvió un beso lento, el cual pudo apreciar con más detalle.

A comparación con su primer beso en sueños, este era un poco más detallado. Como si su mente buscara que sintiera el verdadero tacto que tenía juntar los labios con otra persona. La boca contraria era suave y el roce con la suya le daba un sabor salado, pero agradable para él. Le gustaba esa sensación.

Se separaron y una vez más apreció los rasgos relajados del rubio. Tenía una linda cara, la cual otra vez le sonreí de forma sincera. Aunque siempre se mostraba de mal humor o con su ceño fruncido, al final, verlo con esa expresión , le daba tranquilidad e irónicamente le recordaba a uno de esos poemas antiguos que le leían de pequeño.

霧にもかかわらず、
それは美しいです富士山
"A pesar de la niebla,
el monte Fuji es hermoso"

Sueños extrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora