Desde el momento en el que se dejó besar otra vez por Todoroki, supo que estaba jodido. Cuando no puso resistencia luego de que él se le confesara de una manera bastante anormal, entendió que ya no había vuelta atrás. Y sobre todo... Al dejar que ese idiota se quedara a abrazarlo hasta quedar los dos dormidos, comprendió que nada volvería a la normalidad.
Pasó bastante tiempo desde que eso ocurrió. Calculaba que ya eran dos semanas y las cosas solo empeoraban, para él, claramente. Desde ese día, buscaba ignorar la presencia del contrario, fallando en el intento y tampoco le hablaba al traidor que se hacía llamar su mejor amigo, por más que este se disculpara y dijera que lo hizo por el bien del idiota y del suyo.
¿Qué quería decir con eso de que lo hizo por su bien? ¿Acaso ese imbécil ya pensaba que le gustaba ese niño bonito de cabello desigual? Por favor. Que llevara todo ese tiempo pensando en lo lindo que se veía mientras hacía su intentos de sonrisa cuando pensaba que no lo miraba (claro que él sí podía disimular y no era atrapado como Todoroki) o que de repente ya no pasaba desaparecido el movimiento de sus músculos, no quería decir nada.
Lo que sí lo tenía de muy mal humor eran sus sueños. No importaba qué dejara de comer o beber, sus sueños, o más bien pesadillas, eran algo constante que a lo mucho lo dejaban en paz una o dos veces a la semana; y cada uno era más y más... Extraño que el otro. Tuvo algo de suerte cuando sus sueños calientes solo duraron tres días más después del primero, que, para su paz mental, siempre acababan cuando su orgullo lo hacía despertar, ya que «Ni muerto sería el de abajo».
Aún así, no podía estar tranquilo solo con eso.
Podía recordar que en todos sentía como un irreal Todoroki Shōto lamía con experticia su cuerpo haciendo que temblara y su subconsciente, pedía que lo hiciera más. Debido a esto en uno de sus entrenamientos, en un roce accidental de piel con ese idiota, sintió una corriente eléctrica pasar por su espina dorsal, haciéndolo jadear suavemente; agradeciendo que el otro no lo escuchara por estar distraído.
Seguido de eso, los sueños bajaron de tono de manera espeluznante. Pasó de estar siendo sometido por Todoroki a ser tratado por este mismo como si fuera una figura de porcelana. De repente se encontraba en el cuarto del contrario sentado encima de él siendo abrazado por su cintura mientras le acariciaba el cabello y le decía que lo quería. ¿Y su yo del sueño qué hacía? Solo se sonrojaba y se dejaba consentir, mientras colocaba su cabeza cerca del cuello ajeno, para luego besarlo con suavidad y esconderse en él. De cierta forma se daba asco porque su yo real ni muerto estaría tan sumiso frente a alguien que consideraba su rival.
En otros sueños solo se sonreían y se mimaban como una pareja típica de película romántica cliché. Todo era demasiado empalagoso incluso si solo eran momentos inventados por su subconsciente, pero lo anterior solo causó que bajara mucho más la guarda con ese hombre. Ya no solo era gustosa su presencia cerca suyo, sino que hasta le daba paz tenerlo al lado.
También notó ciertos cambios en Todoroki desde que este se confesó en su habitación. Ya no hacía movimientos raros o invadía su espacio personal de manera inconsciente, sino que se acercaba lentamente como si fuera un animal silvestre que debe tratar con delicadeza, para solo mirarle como si fuera lo más bonito que haya visto, ¡Y se quedaba ahí hasta que se sentía tan cómodo con su mirada que era él que debía alejarse para no sonrojarse y decirle que se muriera!
Al pasar a la tercera semana, trató de evitar toparse a Todoroki lo más que pudiera para dejar de sentirse a gusto con su presencia. Estaba aburrido de sentirse débil ante ese idiota, incluso cuando ya se habían besado varias veces.
Los besos...
Los putos jodidos besos. Esas dos semanas luego de esa extraña confesión en su habitación, ellos no habían tenido contacto entre labios y se odiaba cada día por el simple hecho de extrañar la boca ajena. Era una sensación que no quería hacer parte de su vida, pero que el idiota de Todoroki lo había metido en ese mundo, cuando hace unas semanas ni había considerado sentirse de ese modo con alguien.
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Sueños extraños
RomanceTodoroki Shouto tiene sueños raros. Más que raros, perturbadores. Porque no todos los días tus sueños empiezan a tener como protagonista al chico de horrible personalidad de tu salón de clase, haciendo un gesto que ni en un millón de años hubieras p...