Estás enamorado

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Todoroki estaba confundido.

Después de hablar con Kirishima, se dirigió a su habitación para descansar un rato. Para su suerte, ese día no era en el que empezaría su castigo con la persona que era dueño de sus pesadillas esos últimos días. Y hablando sobre eso, tenía mucho en qué pensar una vez estuviera en su zona de ocio.

Acostado ahora en su cama ya más cómodo, empezó a recapitular lo que había pasado en sus sueños y como todo se había tornado tan extraño. Primero que nada, tal vez debía prestarle atención a las alertas que su compañero le recalcaba que eran más anormales a las que según él eran más traumáticas. 

"Quizá tener en cuenta que soñaste con Bakugou, al cual besaste y lo estabas disfrutando" 

Eso fue lo que Kirishima le había dicho, de forma sarcástica, como primer punto importante y tal vez no estaba equivocado sobre que no era una situación en la que se viera a Bakugou. Es decir, pensar en el rubio besándose con alguien no es que fuera la situación más común del mundo, pero eso era lo menos preocupante... Lo que debía pensar era ¿Por qué lo disfrutó en su subconsciente? Se supone que no eran ni siquiera amigos para considerar una posibilidad que pudiera sentirse cómodo con un beso del otro.

"Tal vez sí es raro, pero no quita que él vaya a hacer eso en algún momento"
"¿Besarte?"

Eso fue otro punto que debía tomar como aportante a su investigación de esa extraña conversación. ¿De verdad había formulado mal su pregunta como para que su compañero pensara que lo decía, como si hubiera alguna posibilidad de que los dos se besen en un futuro? ¿O lo que dijo sí era para ser interpretado así? Ninguna de las dos preguntas que se hacía tenían un sentido lógico en su cabeza, porque de ser así, debería estar ansiando besar a su compañero y hasta donde había entendido, no era el caso... O eso suponía. Recordó que luego de tener esa conversación se planteó el si deseaba querer besar a su "rival", mas desechó la idea al instante.

De repente algo volvió a su cabeza. Bakugou en su último sueño casi le dijo que lo amaba, luego de haber repetido su nombre. Sintió su cara arder por un instante y empezó a sentirse agitado, cosa que lo tomó por sorpresa. ¿Acaso de verdad estaba esperando que él le dijera algo como eso?

Ahora estás pensando de más, Shouto. Detente...

Sacudió su cabeza con confusión y decidió dejar el tema por la paz. Si se ponía de esa forma solo hablando de dos palabras que ni fueron terminadas de formular en dicho sueño, ni quería imaginar las cosas que estaba haciendo con el rubio en su habitación en sus últimos dos sueños empezarían a causarle más reacciones de las que necesitaba ahora. No era momento de alterarse.

No supo por qué pero ese día estaba más agotado de lo que pensaba. Poco a poco  sus ojos se fueron cerrando y sin haber comido absolutamente nada, cayó profundamente dormido.

.

.

Su boca estaba húmeda y el aire le faltaba. Sus labios se movían sobre unos ajenos. No debía ser un genio para saber con quién estaba justo en ese momento. Pero era imposible. Se durmió sin haber comido nada y ni había tomado leche en todo ese día... ¿Fue porque tomó de más la noche anterior? ¿O también causaba pesadillas el irse a la cama sin comer...?

Al abrir sus ojos, sus suposiciones fueron del todo correctas. Al mirar en donde parecía que estaban, esta vez no era en su dormitorio y menos en el de Bakugou, sino que era los vestidores. Por lo que parecía, hace no mucho habían salido de entrenar, ya que llevaban sus ropajes de héroes puestos y se encontraban llenos de algunos golpes y rasguños. Su cuerpo tenía acorralado al más bajo entre la pared y los casilleros y se besaban con insistencia, separándose de vez en cuando por la falta de aire. Otra vez era solo su mente la que no concordaba con la situación; su cuerpo actuaba por voluntad propia y no podía hacer nada al respecto. 

Sueños extrañosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora