8

1.3K 121 28
                                    

Jaló nuevamente la cuerda con fuerza y retuvo el gemido que amenazó con salir al sentir el insoportable dolor en sus muñecas las cuales parecían que en cualquier momento sangrarían, estas estaban totalmente rojas pero aun así seguía intentándolo. No tenía ni idea de que hora era, pero sabía que era tarde ya que el sol empezaba a ocultarse, sus piernas dolían de tanto caminar, no estaba fuera de forma, es más hasta podía presumir de su cuerpo ejercitado pero llevaba horas caminando, de eso estaba segura.

Mordió su labio inferior al sentir nuevamente el mareo el cual le azotaba con más fuerza, tenía el conocimiento de que parte de sus poderes estaban vinculados con su sentir, había intentado enojarse lo cual había funcionado, sintió su cuerpo calentarse pero no fue suficiente para lograr quemar la malvada cuerda. En lugar de eso, los mareos habían aumentado. Sus muñecas estaban atadas por encima de su vientre y la cuerda rodeaba su cintura asegurándose de que no pudiera moverlas, gruñó disgustada por enésima vez, se sentía inútil, verdaderamente inútil, ni siquiera podía librarse del imbécil que estaba sobre el caballo.

Miró más allá del morocho y pudo ver tierra de color ¿azul?, estaban a unos cuantos metros de entrar en las tierras del agua.

Se alteró sabiendo que no estaban muy lejos de llegar al reino de su enemigo.

_ ¡Espera, por favor!- exclamó azorada, intercalando su mirada entre el azabache y la tierra azulada- haré lo que quieras.

_Tú no puedes ayudarme en nada- articuló él sin mirarla, cada vez estaban más cerca y la ojijade comenzaba a hiperventilarse.

_Por favor no me lleves ahí, si de verdad no eres mi enemigo entonces ayúdame a escapar. Te lo imploro- rogó alterada volviendo a jalar la cuerda con insistencia sin prestarle atención al daño que se hacía.

_Ya cállate- espeto con fuerza y segundos después le escuchó gruñir- no te liberaré entiéndelo de una vez.

_No, no, no, no, no, no, no- repitió estando a tan solo pasos de entrar de lleno en el territorio de su rival y en el momento en el que sus pies tocaron al tierra azulada sus rodillas amenazaron con ceder, con esfuerzo logró mantenerse de pie mirando azorada a todos lados- ¡Suéltame por favor!, ¡¿me mataran, me mandaran a la guillotina, seré su esclava, abusaran de mí, me torturaran?!... ¡¿Qué harán conmigo?!

El azabache apretó las riendas del caballo con fuerza escuchándola gritar afectada sintió varios jalones y un par de gimoteos por parte de ella pero en ningún momento se movió de su lugar y tampoco detuvo el andar del caballo solo permaneció indiferente ante las ganas que tenia de bajar y soltarla. Sintió varios tirones más y luego de unos torturantes 10 minutos no escuchó ni sintió nada, extrañado miró por sobre su hombro vislumbrándola a unos metros tras el caballo caminando sin dejar de mirar a su alrededor estando alerta a cualquier movimiento, notó que su estado parecía deplorable, su piel estaba algo pálida, más de lo normal, en su rostro se notaba el extenuación, su postura y andar era cansado, su ropa estaba polvorienta y lo que más le preocupo fue ver como la sangre brotaba de las muñecas de la chicas y bajaba a las manos hasta caer al suelo.

_Estás herida- musitó involuntariamente deteniendo el avance del equino lo cual la chica lo alcanzó a oír.

_No me digas- dijo ella con sarcasmo aun y cuando sentía un dolor horrible en sus extremidades- solo suéltame y si tanto te molesto te juro que jamás volverás a saber de mí, pero te lo suplico déjame ir- pidió nuevamente y esperanzada vio como él bajo del caballo para aproximarse a ella. Soltó el amarre que retenía sus manos por encima de su vientre para luego acercarse al bolso que portaba sus cosas y sacar lo que supuso era una prenda de él.

_No te muevas- ordenó liberando sus muñecas del amarre a lo cual ella soltó un quejido, con sumo cuidado limpio las heridas que dejaron el roce de las cuerdas para luego empezar a amarrarlas con la camisa de manera que esta serviría como un vendaje improvisado. Pudo haber terminado su labor pero se vio interrumpido por el repentino movimiento de la chica la cual de un tirón se zafó de su agarre y a pasos rápidos se alejó de él- no lo hagas sabes que será inútil- musitó relajado sabiendo las intenciones de ella.

🔥💧Río Ardiente💧🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora