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En un campo abierto se escuchaba el chocar de dos armas, las filosas hojas de las espadas producián un estridente ruido al impactar una contra la otra, un hombre y una joven peleaban con habídez, en ambos se podía percibir la terquedad y el orgullo a kílometros de distancia. La chica se dezplasaba con movimientos graciles pero peligrosos mientras que el muchacho se dedicaba a contrarrestar cada ataque de su oponente, ninguno estaba dispuesto a perder, sus miradas eran totalmente retadoras.

_¿Eso es todo?, por favor, esperaba mas de la princesa- musitó el castaño que respondía al nombre de Kiba Inuzuka el cual en ese momento miraba a la femina con suspicasia.

_Solo dejame encontrar la oportunidad y verás no la dejaré pasar- respondió ella relajando su postura permitiéndose a si misma relajarse un poco... O eso era lo que quería que él creyera. Cosa que funcionó.

Fue tan solo cuestión de sengundos en los cuales Kiba se posicionó tras ella apuntándola con la punta de su espada sonriendo victorioso.

_Nunca bajes la guardia nisiquiera en un entrenamiento su alteza, no te confíes- le recordó el pelimarrón tras ella, la ojijade miró al frente para luego dejar que una sonrisa ladeada se asomara en sus labios, su mano derecha sostenía el mango de la espada miemtras que la izquiera se encontraba libre, utilizando su mano izquiera la movió imperceptiblemente para que el Inuzuka no se diera cuenta y de la palma de su mano se formó una bola de fuego del tamaño de esta y salió disparada al abdomen de su contrincante ocasionando que este ante la sorpresa retrocediera concendiéndole el tiempo suficiente a la Haruno para virarse y lenvantar su arma para que la punta de esta rozara el cuello de el pelimarron.

_El que no debería confiarse eres tú- rebatió con una enorme sonrisa en sus labios provocando molestia en el joven el cual miró hacia otro lado en clara forma de resistirse a aceptar su derrota.

Aplausos se escucharon a espaldas de la chica y esta al girar sobre sus talones sonrió al vislumbrar a sus padres acercándose con una sonrida en sus rotros.

_Eres igualita a mi- dijo el rey de la tierra de fuego a lo que su esposa suspiró mientras negaba.

_Recuerda que quien te enseño a usar la espada fui yo- recordó Mebuki a lo que su esposo rió nervioso.

_Ok, ok pero no puedes negar que su habilidad para rebatir las palabras de sus enemigos lo heredó de mi- Kizashi infló su pecho con orgullo haciendo reír a los presentes.

_Regresemos al castillo- pidió la pelirosa a lo que los demás asintieron de acuerdo emprendiendo su caminata.

_Oye, Kiba- llamó Kizashi a lo que el aludido le miró esperando a que continuara- estas algo distraído lo sé, ¿como es que mi jefe de tropa perdió ante una principiante?.

_Eto... Bueno es que... Lo que pasa es que- el Inuzika empezó a balbucear a lo que Kizashi se interesó más en saber.

_Segun tú, eres el mejor de todo el reino en el campo de batalla pero hoy demostraste lo contrario Kiba- inquirió ahora Mebuki, a lo que Sakura estuvo a punto de interceder por su amigo por el bien de su dignidad pero apenas abrió su boca para decir algo Kiba se echó al agua solito.

_Es una chica... Es que bueno, la conocí en la taberna... Y pues es muy linda y... Es única y...- antes de poder continuar se vio interrumpido por las sonoras carcajadas de Kizashi y Mebuki desconcertando de sobre manera a Kiba el cual apenas mirar a Sakura la cual negaba con resignación se dio cuenta de su error- ¡¿Era una broma?!, ¿es enserio?- espetó el Inuzuka observando a Kizashi el cual se retorcia en el suelo- ¡Y tú lo sabias!- apuntó a la pelirosa la cual se cruzó de brazos en señal de reproche.

_Intenté advertirte pero cuando abrí la boca tu ya estabas confesando la existencia de tu media naranja.

_Cambiando de tema- dijo Kiba restandole importancia al tema cosa que hacia solo para evadir su verguenza- ¿cuando sales a las tierras unidas?.

🔥💧Río Ardiente💧🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora