5

1.5K 125 35
                                    

Pov Sakura.

Poco a poco despertaba, hallándome envuelta en una total penumbra, me estremecí al no poder ver nada solo escuchar lo que parecía agua caer en gotas, lo admito me daba miedo la oscuridad podía tolerarla solo si sabía mi entorno lo cual en este momento no era el caso. Estaba en un lugar enteramente desconocido para mí y para empeorar las cosas estaba aquel frio que calaba hasta mis huesos, no podía evitar temblar involuntariamente y debes en cuando soltar el aire de forma temblorosa. El mareo no tardó en hacer acto de presencia, claro era del reino de fuego, la lava corría por mis venas y el frio más el ambiente húmedo de lo que suponía era una cueva no me ayudaba mucho. De pronto todo llegó a mi adormilada mente de sopetón.

La erupción.

La lava.

Aquella criatura esplendorosa.

La lava manteniéndose en su terreno como si no quisiera tocar el bosque por nada del mundo... ¿o tal vez dañarlo?

Luego yo sentándose en el suelo mientras cubría mis ojos debido a que estos estaban algo lastimados, esto ocasionado por el gran brillo del ave.

Después una mano en mi brazo que me levantó de manera brusca.

Y al girarme para encarar al idiota, solo atiné a quedarme algo desconcertada al ver a aquel chico alto pelinegro con ojos del mismo color y cuerpo fornido y... aquellas prendas de color azul.

De pronto cada fibra de mi cuerpo se tensó al recordar aquel sujeto, intente levantarme pero mis manos estaban atadas a mi espalda, y el insistente hormigueo me hacía saber que si no deshacía ese amarre seguramente terminaría por perder mis manos, era obvio que no estaba sola en esa cueva. Intenté escuchar algo más allá de ese ruido que producía el agua que no sabía de donde salía, percibí una respiración pausada y no hacía falta verlo para saber quién era, la cosa era que no sabía su nombre y de verdad necesitaba que desataran mis manos para crear una fogata y así calentarme. Así que lo llamé de la manera más educada posible por aquellas palabras que había escuchado de otras personas para referirse a los del reino de agua.

_O... Oye... i... idiota- llame con voz lo suficientemente alta para despertarlo pero este no daba señales de vida así que volví a intentarlo- hey... im... imbécil despierta... tu... rehén es... está muriéndose de fri... frio por si no te has da... dado cuenta... por favor desátame.

Gracias a dios escuché como alguien que estaba a unos metros de mí se removía imperceptiblemente.

_ ¿Acabas de insultarme dos veces y ahora me pides que te suelte?- preguntó aquella voz tan grave y masculina- valla princesa eres- musito en tono sarcástico ofuscándome un poco.

_Disculpa pero el que me secuestró eres tú- reclamé molesta frunciendo el ceño en medio de la oscuridad. Intentando por todos los medios no tartamudear.

_Es cierto, pero no soy tan estúpido para soltar tus manos, no sé de lo que seas capaz- ok, ¿debía sentirme halagada o insultada?, eso no me importaba en ese momento me estaba muriendo de frio, y tenía muchas formas de morir de manera gloriosa y definitivamente convertirme en un cubo de hielo no estaba en mi lista

_Si me has secuestrado supongo que me necesitaras viva- creo que acerté en el blanco ya que él permaneció callado lo atribuí a que lo estaba pensando, traté de escuchar si se había movido o algo pero no se escuchaba nada más allá de mi respiración algo temblorosa debido al frio y la suya casi imperceptible. Creí que me dejaría morir congelada por lo cual abrí la boca para decir algo pero no alcancé a decir nada cuando sentí una mano rozando mi brazo, esta era fría, sentí un dedo volver a golpear mi brazo con insistencia.

🔥💧Río Ardiente💧🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora