Inocente | JaeJun.

Garganta.

El cuello largo y delgado de RenJun era uno de los golpes bajos de JaeMin. Cada vez que esa linda garganta se elevaba cuando Huang secaba su cabello, o cuando salía de la piscina, todas esas veces JaeMin lloraba por besarlo. A veces de preguntaba ¿Cómo sería esa garganta con un collar de gato?.

RenJun estaba asoleándose afuera de la casa, recostado sobre una silla de tela frente a la piscina con un vaso en la mano y lentes de sol sobre los ojos.

La correa en la mano de JaeMin era jalada de repente, provocando que el pequeño chino se mueva con cuidado.

Pronto JaeMin empezó a penetrar con fuerza, agarrando de repente el collar para hacer que RenJun suba un poco su cabeza. Pronto los gemidos de Huang se hicieron presentes, dejando a JaeMin más que excitado.

—Dios, RenJun.— gimió.

—J-JaeMinie.— las piernas de RenJun se abrieron un poco más.— A-Ah.

—Eso es, pequeño.

—Minnie, Minnie...

—Minnie, me ahogas.— JaeMin estaba casi ahorcando a RenJun.

—¡Mierda!.— gritó asustado.— ¡Lo siento tanto!. Maldita sea, RenJunnie, discúlpame, ¿Si?. Hago lo que quieras.

—Minnie...

—¿Si?.

—Tienes una erección.

JaeMin se congeló.