~DECISIÓN~

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En toda su vida como ninja había tenido infinidad de batallas, pero nunca una contra el mismo.

Alzó la mirada al cielo y dejó salir el aire que contenían sus pulmones, el cielo estaba estrellado y el color nocturno resplandecía por el brillo de la luna, las calles estaban completamente solitarias, sus pensamientos resonaban en su interior tratando de encontrar una respuesta.
Recostado en el tejado repasaba las palabras de Sakura una y otra vez, no entendía porque le estaba dando tantas vueltas a esa situación, no comprendía porqué ese hermoso color jade que tenían sus ojos se negaban a abandonar su mente, porqué no podía olvidar su hermosa silueta, su blanca piel.
Pero algo le punzaba en el pecho, no quería sentirse así, molesto de la nada y mucho menos sin entender la razón.

Un recuerdo vino a su memoria como un relámpago, visualizaba una hermosa jovencita de cabello corto color marrón y ojos grandes del mismo color.
Y recordó que aunque era distinto, anteriormente había sentido algo parecido.

-Rin... - Cerró sus ojos y en su rostro apareció una sonrisa, cuando pronunciaba su nombre lo primero que recordaba era su equipo, la hermosa sonrisa de su compañera y ese brillo en los ojos de su compañero, ese con el que vivía cada día al mirarla, la admiraba en gran manera era su motor, su motivo para ser mejor cada día.

Su mirada siempre estaba sobre ellos, observaba con detenimiento como cambiaba el tono de voz de su compañera cuando se dirigía a él y como con Óbito mantenía el tono de siempre, eso demostraba sentimientos de peor medio, al igual que la actitud competitiva de su compañero hacia el, no era la misma que demostraba con ella. Y eso denotaba un triángulo amoroso muy difícil de sobrellevar.

El sentimiento que les tenía a ambos era tan fuerte que deseaba verlos felices aún si él tenía que alejarse.
Deseaba en su corazón que el brillo en los ojos de su compañero perdurara para siempre, estaba seguro que Óbito haría inmensamente feliz a Rin, Óbito era capaz de hacer reír a todos en cualquier situación, era capaz de sacarle una sonrisa en el día más gris, al contrario de él que no tenía mucho que ofrecerle a la jovencita o mejor dicho nada, pues no solía expresar sus sentimientos, su prioridad eran el cumplimiento de las misiones y su entrenamiento nada más, Rin no podría ser feliz con alguien como él, así que se encargó de ir cortando poco a poco los sentimientos que Rin ya le había confesado anteriormente, no le quedaba opción, tenía que hacerlo.
Ella era tan maravillosa, tan talentosa, siempre al pendiente del cuidado de todos, para el un rasguño no era nada pero para ella pareciera que era una herida inmensa, y al verla concentrada y dando lo mejor de sí en cada situación confirmaba que todo lo hacía siempre con amor, siempre incondicionalmente, fué  ahí cuando se dio cuenta que había tomado la mejor decisión, Rin sería feliz.... Óbito sería feliz... Ya llegaría para él la mujer indicada, una que lo amara aún con sus oscuridades, una que sacara de él un lado que ni él mismo conocía, se dió cuenta que anhelaba que alguien lo conociera mejor que él mismo, que necesitaba alguien que hiciera sacarle brillo a sus ojos... anhelaba poder tener un motor, quería sentirse amado.

Abrió los ojos de golpe. Era eso lo que no quería aceptar, por primera vez en su vida había estado hurgando dentro de él mismo, y le sorprendía mirarse tan vacío.

Se enderezó y se quedó sentado por un momento, eran sentimientos abandonados en lo más profundo de su corazón y hoy, hoy salían a flote para confrontarlo.

Se llevó ambas manos al rostro - En que momento me metí en esto, debo estar loco- sacudió la cabeza y se levantó - quizá por ese anhelo, esa necesidad, era que estaba viendo a Sakura de una manera distinta, quizá por eso no dejaba de pensar en ella, reconoció que ya era tiempo de darse una oportunidad sentimentalmente, pero no sería con su alumna, eso no.

~SEMPITERNO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora