XV

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Emma

Asiento algo asustada y me muevo al puesto al lado de la ventana junto a mis cosas.

La clase reanuda su marcha y aunque el ambiente es algo tenso gracias a mi compañero de mesa, me siento cómoda y tranquila dedicándome solo a escuchas la clase.

Mi vista estaba siguiendo cada paso que daba el maestro, cada palabra que salía de su boca era automáticamente recibida por mi cabeza como si se tratara de un vídeo que no olvidaría y no lo note hasta que el chico a mi lado detuvo mi mano; aparentemente no había dejado de mover mi dedo índice de arriba a abajo golpeando el escrito.

-Disculpa -sonrió un poco en modo de disculpa.

Se lo molesto que puede ser el incesante sonido del golpeteo de mis dedos, lo hacía sin querer la mayoría de las veces.

El chico no respondió, tenía los ojos muy abiertos y sujetaba mi mano cada vez con más fuerza, parecía asustado o sorprendido.

- ¿Te encuentras bien? -No me gustaba para nada el color que estaba tomando su cara y el pánico llegó a mi cuando vi la sangre salir de su nariz y labios.

Estaba asustada y lo primero que hice fue buscar un pañuelo en mi bolsillo y tratar de parar el flujo de la sangre, pero está seguía saliendo.

Entonces el reaccionó, soltó mi mano y tomó el pañuelo para solo levantarse e irse.

- ¡¿A dónde cree que va señor Jackson?!-ruge el maestro pero lo detengo.

-Se encuentra mal, estaba sangrando hace poco -le informo para evitar que lo siga mientras le muestro mis manos que se encontraban aun manchadas de su sangre.

El asiente con la cabeza algo extrañado y me permite ir al lavabo y limpiar los restos de sangre.

Al caminar por pasillo camino al baño de chicas veo como un casillero se mueve y es golpeado desde adentro.

Mi curiosidad es mayor y trato de abrir el casillero.

Al intentarlo un par de veces el cerrojo sede y se abre dejando ver a un pequeño chico castaño metido en el casillero en una pose claramente incómoda.

El chico se percata de mí y de mis manos abriendo os ojos.

No puedo evitar soltar una carcajada suponiendo lo que piensa.

-No voy a hacerte nada -rio un poco más fuerte.

Le brindo mi antebrazo para ayudarlo a salir sin manchar su ropa con mis sucias manos.

El entiende y lo toma, jalo lo más fuerte que puedo y me preguntó cómo hicieron para meterlo en el reducido cajón.

Después de unos cuantos jalones él sale y veo que es un poco más alto que yo aunque muy delgado.

-Gracias- dice él al estar ya fuera y tratando todo lo que puede en desarrugar su ropa, parece que lleva ahí bastante tiempo.

Le sonrió en respuesta y me giro para retomar mi camino inicial.

Siento como me sigue hasta llegar y caminar a mi lado.

- ¿Necesitas algo? -pregunto.

-No, solo pensé que lo menos que puedo hacer por sacarme del pequeño casillero es acompañarte a donde sea que vayas- sonríe de forma muy adorable.

-Ohh, gracias entonces-sonrío de vuelta, no soy buena conversando con chicos.

Al llegar al lavabo le sonríe en forma de despedida y entre.

A different warDonde viven las historias. Descúbrelo ahora