Día 7: Día libre

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- Nat. – le llamó Anna, después de un rato de silencio. Un cómodo.

- ¿Qué pasa mi princesa? – lo preguntaba por la mueca preocupada de ella, y por cómo había sonado al llamarlo. Preocupándolo. Ella lo miró por unos momentos a los ojos, para luego bajar un momento la mirada.

Ambos se encontraban recostados en la cama de ella, compartiendo un momento de pareja. Íntimo.

- Tú... ¿Tú te arrepientes de estar conmigo?

Nat se sintió impresionado por su interrogante, aunque luego llevó una mano a su cabello, acariciándolo y de paso, él acercándose a ella y abrazándola. Ella se dejó hacer, cerrando los ojos al sentirse mimada y querida.

No pudiendo esbozar una sonrisa.

- No me arrepiento de estar contigo, porque cada momento a tu lado, es lo más preciado para mí. Y en todo caso, debería yo preguntar eso, ya sabes, porque yo...

- ¡Tú eres muy guapo Nat! – le interrumpió Anna, levantando la cabeza, mirándolo con determinación a los ojos, mientras un rubor se posaba en las mejillas de ella. – Me gusta todo de ti, me encanta tu nariz y la forma en que te peinas... El como tocas el piano. Yo amo todo lo que es Nat, y a nadie más.

Aquello conmovió enormemente al pelirrojo, no pudiendo evitar derramar una que otra lágrima. Las cuales ella secaba con delicadeza y pequeños besos, haciéndolo sonreír y sonrojarse.

- Entonces, yo amo todo lo que es Anna también. Y no sólo por tu belleza, sino por todo lo que eres. – le sonrió, sincero.

Anna no pudo contenerse, terminando por besarlo con todo lo que estaba sintiendo en esos momentos. En definitiva, ella quería una vida con él. Y él una vida con ella.

Y ellos se prometieron, que su vida sería una llena de dulces melodías de piano. Y que importaban los momentos tristes o malos que pudiesen tener, los afrontarían sin importar qué.

- Te amo, Nat.

- Y yo a ti, Anna.

-Traumada Taisho

Dulces melodías de piano  [Nat/Anna]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora