Cambio de planes

Cuidando un ¿bebé?

Era un nuevo día e Hiccup seguia dormido, por lo cual su madre Valka se encontraba moviendo el hombro de su hijo de manera suave

—Hiccup, vas tarde a clases —repitió con tranquilidad logrando un murmullo de respuesta, agarro las sábanas y las tiro a los pies de la cama.

—¡Ya me levanto! —Gritó saltando de la cama mientras corría al baño con el uniforme en sus manos.

Valka rió mientras salía del cuarto y bajaba al comedor donde estaba su marido leyendo el periódico.

—¡Eres mala, mujer! —Carcajeaba al escuchar a su hijo.

—Para que aprenda a no jugar hasta tarde.

—Yo tampoco quería, Mamá, pero Hiro estaba tan deprimido que tuve que acompañarlo se defendió el castaño ya con su uniforme. Miró el reloj, era muy tarde para desayunar.

—Te tengo panecillos en la bolsa de papel, puedes llevarlos y...

Un ruido de la casa vecina los hizo saltar a los tres de sus lugares, maldiciones y gruñidos se escuchaban del otro lado.

—Mejor ve Hiccup, cuidado con el dragón —aconsejo su padre ganándose dos miradas: una verde confundida y otra celeste entre cerrada.

—No entiendo pero se me hace tarde —agarro la bolsa y salió, se detuvo frente a su puerta luego de cerrarla para finalmente mirar a su costado.

Elsa estaba completamente desaliñada, desde su cabello hasta todo su uniforme, murmuraba algo que para Hiccup era imposible de descifrar y su mirada era completamente de enojo. Miro su propia mano pensando si debíamos no decirle algo, la cerro formando el puño y apretó  con fuerza.

—¡Ey Els! —Saludo de manera animada mientras se acercaba a la rubia.

Elsa giró la mirada hacia el chico y un extraño brillo paso por sus ojos haciendo que el pecho del muchacho se acelerara. ¿Qué había sido eso? ¿¡Y por qué diablos se estaba sonrojando!?

—Hola Hicc —respondió con una leve sonrisa.

—¿Que te ha pasado? Digo, no es que no estés guapa... osea no es que siempre estés tan arreglada... —se llevo la mano a la cara, ¿Qué diablos acababa de ser eso?

—¿Gracias? Anna estuvo hasta las dos de la mañana llorando por celular por lo que ocurrió  con Hiro... —suspiro agotada mientras trataba de peinarse sin lograrlo.

—Hiro está igual, jugamos hasta tarde , además hablaba algo sobre bebes y que todos lo odiaríamos —alzó los hombros despreocupado, detuvo a Elsa agarrándo su mano y señalando que se quedara quieta. Ella obedeció confundida para luego sentir como las manos de Hiccup pasaban por su alborotado cabello.

—¿Hi-Hiccup? —Pregunto con un obvio nerviosismo en su voz, tenía al chico frente a ella, casi apegados y sentía la respiración de el sobre su cabello.

—Tranquila Els, se peinar aún que no se note —le trató de tranquilizar a la rubia, pero su problema no ere ese... si no la cercanía.

—Ah, sí...

—Claro —tomó una liga de cabello y se lo amarro en una cola alta con uno que otro mechon fuera de lugar, —bueno no me quedaste como concursante del miss universo, pero te vez bien jaja. 

Ella solo lo observo apenas el volvió a tomar su lugar a su lado y alzo los hombros, mientras asentía a modo de agradecimiento.

—Así que bebes... quizás en que se metió ahora Hirito —susurró la chica haciendo que los ojos verdes la observaran.