(Maybe) I'm Not For You [ADAPTACIÓN] ➠ 'renmin'

Capítulo 27 : "Lo que el farmacéutico dice."

Mismo día a la tarde - Oficina de Jae Min.

─ Así como lo oyes Cho Hee, así como lo oyes ─ le aseguró Dong Hyuck a través de las manos libres de su celular.

El castaño había tenido varios asuntos que atender hasta el mediodía, pero ya de tarde iba rumbo a la oficina con todas las intenciones de indagar a su socio acerca de los acontecimientos de la noche anterior ─ ¿Cómo que si estoy seguro de lo que digo Cho Hee? ─ Dong Hyuck estaba poniendo al tanto a la señora Na de la información que manejaba.

─ ¿Tengo que repetírtelo? ¡Dios! Je No me hizo explicarle mis deducciones como tres veces esta mañana... Bien ─ se resignó ─ Abre bien tus viejas orejas... Evidencia número uno ─ Empezaba el recuento de la investigación realizada por Hae Chan ─ los últimos en dejar el edificio la noche anterior fuimos Tzu Yu y yo ─ aseguró ─ Y cuando nos fuimos el rarito... ─ Dong Hyuck giró los ojos ante el reproche de la madre de su mejor amigo ─ Bueno, bueno... REN JUN ─ destacó ─ el rarito ─ murmuró para él, no había otra forma de reconocer al azabache para Dong Hyuck que no sea esa.

─ Seguía esperando al testarudo de tu hijo en el lobby, y estoy muy seguro de que no se iba a mover de ahí hasta no verlo ─ De hecho él mismo le había dado permiso para que se quedara siempre y cuando podía pasar a ver al Mercedes Brabus, pero esa extorsión no tenía porqué saberla nadie más que él y el rarito.

─ Sí, sí, ya sé que el pelirosado culón de tu hijo... ─ Automáticamente Hae Chan frenó el auto para ver si no estaba Ren Jun para corregirlo ─ ¡Dios! El rari me ha vuelto un psicótico perseguido, ahora no puedo hacer mis bromas sobre el trasero de Jae Min sin pensar que en cualquier momento el rari me corta por partes y me mete en unos de sus freezers ─ Y dale con eso.

─ Como sea... Ya sé que el pelirosa culón de tu hijo estaba enojado con él, que se encerró en su oficina sin querer ver a nadie y que no hay nadie más cabeza dura en el mundo que Jae Min pero... ─ Y esto era muy importante.

─ Cho Hee... el rari es el virus que atraviesa absolutamente todas las paredes protectoras que tiene Jae Min en sus sistemas ─ Hae Chan estaba actualizado ─ Y cuando digo todas, me refiero a absolutamente todas. ¡Por Dios Cho Hee! Tú viste con tus propios ojos la cara de tonto enamorado que pone cada vez que el rarito está cerca... ¡Exacto! ─ Al parecer la señora Na le había dado la razón ─ Y eso que ni siquiera lo viste todo verde defendiendo su territorio el otro día ─ Por otro día se refería a aquella tarde en que él y Jae Min fueron a ver los nuevos inquilinos de Ren Jun y se encontraron con una pequeña sorpresita.

─ Le tendrías que haber visto toda celoso Cho Hee, más que Hulk era "El increíble Jae Min". No paró hasta que todas las valijas de la morocha nueva estuvieran afuera del edificio, y el rari lo miraba con su cara torcida y todo confundido...

─ ¿El chico? ─ Cho Hee, que al parecer estaba muy al tanto de la situación, preguntaba por el otro inquilino ─ Por favor... ─ Hae Chan soltó la carcajada justo mientras entraba a la cochera del edificio ─ Después de que vio como Min echaba a patadas a la otra tipa salió espantado de allí ─ al parecer el heterocromiano se había quedado de nuevo solo en su departamento.

─ En fin ─ La conversación se había desviando ─ Evidencia número dos, tu hijo no volvió a dormir al departamento y... ─ Dong Hyuck giró los ojos ─ ¿Puedes ser más negativa? ¿Cómo que se puede haber quedado llorando en la oficina? ─ Cho Hee no quería ilusionarse.

─ Primero que todavía no sabemos si tu hijo es capaz de llorar y no derretirse y segundo que uno de los principios supremos e inquebrantables de Jae Min es "Tu casa es mi casa, pero mi oficina no es tu casa" ─ Era cierto, el pelirosa lo tenía como una política de trabajo para todos sus empleados. Era muy útil a la hora de evitar que empleados emparejados entre ellos trajeran sus problemas personales al trabajo, o evitar que alguna mujer despechada apareciera a hacer líos en las oficinas, o para que ninguno de sus empleados abusara de los recursos de la empresa para uso personales.