Burning Book #1;; relatos sexuales [myg]

My Confession;;

- ¡Me gustas Min Yoon Gi!- Gritaste por todo el pasillo reverenciándote de los nervios para no mirar su rostro directamente. Y es que esto ya era algo que pensabas decirle hace más de dos años. Pero ¿Cómo gustarle al chico más solitario del Instituto? Era imposible. Min Yoon Gi era conocido por sus buenas calificaciones, su gran habilidad con el baloncesto; era el capitán y por siempre tocar el piano en los eventos y musicales navideños a fin de año. Podría ser popular, todas las chicas se derretían por él. Pero si en algo era mucho más famoso Yoon Gi, era en ser silencioso, serio y no tener amigos. Bueno sus únicos amigos eran Kim Namjoon y Park Jimin. Pero sólo les dirigía la palabra a ellos.

¿Qué cómo te comenzó a gustar aquél mimo? Pues sencillo. Te emocionaste cuando aquella vez te golpeó directo en la cara su balón de baloncesto y él de cierta forma se preocupó al no verte reaccionar del suelo. No estabas desmayada ni nada por el estilo, pero te quedaste allí anonadada como una boba al ver a Yoon Gi sudando. Era tu amor platónico pero ese día cuando a tí si te dirigió la palabra para decirte.- ¡Mierda! ¿Estás bien?- Fue el puto paraíso.

Luego de aquello no te habló más. Ni sabía de tu existencia luego de aquel día. Pero tu te enamoraste como loca no sólo de su apariencia ni su talento, ahora de su voz y cuando te tomó de la mano aquella vez para llevarte a enfermería.

Luego de pensar en aquello volviste al presente. Donde tenías a Min Yoon Gi en frente de tí. Elevaste tu mirada para conectarte con sus fríos ojos. Podrías jurar que te dolió el sólo verlos. Querías huir corriendo.

El chico te miró y luego a las demás personas del pasillo.- ¿No tienen ninguna mierda qué hacer?- Dijo molesto y chasqueando la lengua. Todos incómodos se alejaron de la situación, algunos se adentraron a sus salones, otros daban la espalda demostrando indiferencia y los demás se dirigían a la cafetería un tanto molestos.

Tu volviste la mirada a él. Nerviosa pero querías demostrar seguridad; necesitabas una respuesta. O no podrías seguir con la culpa del no saber.

El pelinegro fijó su mirada en tí. Podías sentir cómo te cortaba con ella, era como un cuchillo. Vaya sensación, pero sí lo era.

- ¿Por qué?- Dijo sin rodeos ni expresión.

No entendías qué clase de respuesta era esa. Tan sólo esperabas un Sí, a mí también o Vete a la mierda. Algo al estilo Min Yoon Gi. Pero esto era nuevo. En fin, no lo conocías en nada. Así que la respuesta podría ser cualquiera ¿no?

- Pues... me atraes

- Y... ¿no crees que decir "me atraes" suena más lógico que "me gustas"? - Dijo adentrándo sus manos a los bolsillos de su pantalón e inclinando su cabeza hasta tu estatura.

- Talvez...

- Pues a mí me atraes- Dijo fijándo su mirada en tus pechos y mordiéndose los labios. Sonrió luego de hacer ese gesto.

Puede que fueras una boba y una chica tímida pero si algo entendías es que si un chico te mira los pechos, es porque quiere cogerte. Vaya desilusión. Te sentiste desconcertada y nerviosa. Entendiste su referencia pero eso quiere decir una sola cosa y es que, Min Yoon Gi no te ofrecía su corazón,
sino su pene.

Miraste nerviosa a otro lado, ya sentías tu rostro sonrrojarse.

- Te espero afuera cuando terminen las clases, si es que te atraigo como dices...aceptarás- No esperó a que le respondieras de vuelta y se dió media vuelta para comenzar su paso.

Mierda pero que arrogante y engreído. Jamás pensaste que Min Yoon Gi te diría eso ¡el quiere sexo!

Y lo peor es, que mierda que te los estás pensando. De verdad que te lo piensas bastante y la respuesta sí, es la que va ganando.