Hollow [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]

Capítulo 7: Sin teorías conspiranoicas, por favor

-Envié la semana pasada a WangJi a hablarte del caso -comenzó Lan QiRen ignorando las previas palabras de cierto mago muy irritante y muy descarado-, sobre la comuna de vampiros que vivía aquí.

-¿Vivía? -Cuestionó Jiang Cheng a la defensiva. Como el patriarca Lan lo ignoró, fue su propio hermano quien le dio la respuesta.

-Ahora mismo están en paradero desconocido. Huyeron casi todos hace un rato, antes de que se montase la verdadera fiesta. A A-Yu lo dejaron atrás. -Contestó mientras acariciaba la espalda del chiquillo tembloroso en un triste intento de tranquilizarle. Ojalá pudieran llevarle a un hospital, pero eso estaba fuera de discusión dada la naturaleza vampírica del asunto. No les apetecía mucho montar un escándalo público-. Tampoco han sido exactamente buena gente, pero el submundo tiene su propia manera de lidiar con sus asuntos sin la necesidad de que nadie se inmiscuya.

-¿Podríais escuchar sin interrumpir, vampiros? -Les increpó el exorcista de mayor rango. Estaba al límite de su paciencia. Prefiriendo obviar el tono despectivo en la última palabra, ambos callaron. En el fondo se sentían como si un profesor acabase de regañarlos por hablar de más en clase-. Como iba diciendo, en este lugar se localizaba una pequeña comunidad de vampiros errantes.

-Lo recuerdo. -Asintió Lan Huan.

-Bien, en un inicio y pese a sus actividades sospechosas, quisimos mantener una actitud dialogante hacia ellos. -Jiang Cheng tuvo que morderse la lengua. Y Wei Ying. Incluso los hermanos de jade se vieron tentados a enarcar una ceja, pero lograron contenerse. Los exorcistas esperaban alguna clase de respuesta negativa, pero no la obtuvieron, por lo tanto, continuaron-. Llevaban ya un par de meses atrayendo a la zona a gente joven, adolescentes, vía redes sociales, por eso les teníamos vigilados. Nos esforzamos en seguir el protocolo vigente ya que en ningún momento habían dado muestras de estar haciéndole daño a ningún humano... hasta hoy.

Ni Lan Huan ni Jiang Cheng dijeron nada, pero ambos asintieron. Inevitablemente, la mirada del vampiro viró hacia su hermano mayor y hacia el niño del que cuidaba. Ya no gimoteaba por lo bajo, pero no parecía estar bien ni mucho menos. Tenía la mirada perdida y había desfallecido sobre el hombro sano de Wei Ying. Si hubiese bajado los párpados, cualquiera podría haberle dado por desmayado o directamente por muerto. Estaba casi catatónico, los ojos rojos apagados y sin brillo y su labio inferior tan tembloroso como sus manos. Por suerte los movimientos erráticos de su pecho, ese hábito de respirar que no se va tan fácilmente cuando te convierten, revelaban que seguía vivo. Mientras le sostenía con cuidado, las puntas de los dedos del mago brillaban, un tenue resplandor verdoso que trataba al chiquillo con su magia muda. Y su hombro seguía herido. Quiso pegarle un puñetazo por irresponsable.

-Gracias a la investigación y a la vigilancia de WangJi -prosiguió Lan QiRen, la espalda recta y la mirada al frente, ignorando el sufrimiento del vampiro más joven como si eso no les concerniese-, nos enteramos de que hoy se planeó una reunión entre los miembros de esta comuna y el grupo de jóvenes que llevaban meses captando, todo con un motivo de supuesta celebración. Por supuesto, le ordenamos que continuase alerta, y así se nos dio el pertinente aviso cuando esos vampiros detestables comenzaron a intentar asesinar a unos niños. Gracias a enviar a otro exorcista más a observar, pudimos llegar a tiempo para evitar una tragedia.

-Oh, vamos. -Se quejó Wei Ying como si le hubieran insultado a él. O a su trabajo. La segunda era más probable, sobre todo por lo mucho que Jiang Cheng conocía a su hermano. Si los había estado manteniendo vigilados él también, que le dijeran que la cosa se le iba de las manos desde luego no le haría gracia-. La situación estaba controlada.

-¿Perdona?

-Que lo tenía todo bajo control hasta que me interrumpisteis. -Masculló el mago-. Lan Zhan y yo nos bastábamos solitos.