Capítulo IX: Sexo.

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-¿¡Pero qué mierda haces aquí!?-respondí furioso.

-¿No es lógico? Estoy aquí por mi Mate-sonrió con lujuria.

-Eso no es...

-Wenn ¿él es tu Mate?-dijo Kennie y miró de pies a cabeza a John.

-N...-me interrumpió John mientras posaba su brazo al rededor de mi cuello y me acerca más a él.

-Por supuesto-dijo él, y dio una sonrisa de lado.

-Wow, Wenn tus gustos son...buenos.

Me safé del agarre de él y me acerqué a Kennie, después apoyé mis codos en el escritorio.

-Kennie, amor-le guiñé el ojo-, tú sabes que él no puede ser mi Mate porque yo te amo-le sonreí-. Eres mi Omega.

-W...Wenn-se sonrojó un poco ya que John estaba detrás de mí.

-Tranquila, John no es...-en ese momento, fui agarrado por él y me giró hacia él y después me besó.

-"¿Mi mate?"-terminó mi frase- Pues temo decirte que no es así. Recuerda que SOY TU ALFA-utilizó su voz de Alfa,,haciendo que Kennie temblara de miedo.

Me quedé totalmente impactado por su acto y palabras; tenía razón pero...

-Idiota ¿te das cuenta en dónde estamos?-le dije- Ten un poco de orgullo.

-¿Orgullo?-preguntó alzando una ceja-¿Dices que te da vergüenza andar con otro Alfa?, ¿que eso arruinaría tu orgullo como Alfa?-me miró atentamente. Nos quedamos en silencio por un momento mientras yo tenía la cabeza hacia abajo, pero él rompió el silencio-: Bien, si tanto te importa tu orgullo como Alfa...-se acercó a mi oído-, haré que dejes de sentir el orgullo que tanto te mantiene en pie-sonrió para después jalarme de la mano y llevarme afuera de la biblioteca.

-¡Espera! Joder. Kennie, nos vemos después, ¿sí? Arreglaré unas cosas con este Alfa. Le enseñaré quién manda- dije lo último con mi voz de Alfa y lo único que recibí de ella fue una pequeña sonrisa nerviosa.

Me jaló un buen rato mientras yo trataba de safarme de su agarre, cosa que no pude lograrlo. A continuación llegó un momento en el que me dejó de jalar una vez llegamos a una gran casa que, suponía yo, era suya.

-¿En dónde estamos?-pregunté.

-En mi casa-respondió con la vista pegada a la puerta de su casa.

-¿Por qué?

-Porque sí, ahora deja de hacer preguntas -me empezó a jalar hasta entrar a su casa.

-Mierda, suéltame-pude safarme de su agarre una vez estuve adentro de su casa.

-Mm...-sonrió-, eres un Alfa pero incapaz de liberarte del agarre de otro, eh. Qué patético.

-Quizá sea patético en eso, pero al menos no soy un Alfa sin escrúpulos que le gusta joder la vida de los demás-le sonreí-, idiota-estaba a punto de agarrar el picaporte de la puerta para poder irme cuando de repente él me lo impidió y me giró hacia él.

-No irás a ningún lado-de repente vi un gran cambio en su expresión y actitud:ahora era un rostro...¿furioso, quizá?; sus ojos cual azul cristalizados me penetraban totalmente, me dejaban inmóvil; sus labios estaban tan inexpresivos con un ligero color carmesí brillante; su cabello cual negro azabache que descansaba encima de él, posaba parte de él en su rostro.
Todo de él era tan inexpresivo, pero ahora...su rostro y mirada reflejaban el gran deseo de un amor incontrolable. Estaba totalmente excitado, ambos lo estábamos.

Alguien más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora