010

11.1K 1.3K 247
                                    

🥀: Total amargura

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🥀: Total amargura.
▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬




📍 ALEJADO DE
LA ALDEA
DALLMALY

La princesa Elizabeth había intentado ingeniárselas con el caballero sagrado de nombre Ruin, pero al no tener las suficientes fuerzas o alguna capacidad de pelea, quedo gravemente herida.

— Lo lamento Elizabeth... soy un cerdo muy débil. — Sollozó el cerdo con tristeza.

Annabeth apenas llegaba al lugar en donde los demás la esperaban.

Se encontraba caminando con un paso muy lento y un aspecto amargado, cosa que todos notaron.

— ¿A donde fuiste, Annabeth? — Le cuestionó la gigante, mientras la tomaba en sus manos para observarle mejor.

— Fui a hablar con la responsable de la nube de insectos. — Respondió con un rostro cansado, y podría decirse, también amargado.

Annabeth dirigió su mirada hacia abajo, encontrándose nuevamente con el cuerpo de la princesa.

— Se encuentra muy mal, debemos llevarla a la aldea. — Le comentó Diane.

— E-esperen, quiero ir con ustedes todavía... — Respondió Elizabeth débilmente. — Para encontrar al señor Ban...

Annabeth suspiró y volvió su tono de voz y su rostro más serio.

— Elizabeth, estas herida, te duele el cuerpo, ya no puedes seguir. — Le respondió Annabeth con indiferencia y ya un poco harta, hasta que recapacito que su tono de voz no era el mejor para hablarle así. Suspiro y llevo su mano a acariciar el puente de su nariz.— Debes descansar, ¿está bien?

— P-pero señorita...

La de orbes verdes dio otro suspiró y rodó los ojos.

— Diane.

— ¿Sí, amiga?

— ¿Podrías llevar a Elizabeth en tu mochila? — Le pidió.

— Está bien. — Le respondió Diane.

— Muchas gracias, señoritas... —Agradeció Elizabeth, Annabeth asintió en respuesta.

Mientras tanto, el cerdito observó como uno, de los supuestos "pastores", huía de ahí.

— ¡Alto! ¡Tu eres uno de los caballeros de la prisión Baste!

❝𝐓𝐇𝐄 𝐄𝐈𝐆𝐇𝐓 𝐃𝐄𝐀𝐃𝐋𝐘 𝐒𝐈𝐍𝐒❞ ━ nanatsu no taizaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora