C A P Í T U L O 26

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No podía ser verdad, no podía... tuvo que significar algo para él. Nunca había estado detrás de una persona insistiendo tanto, normalmente era al revés, pero aquí estaba, delante de la cafetería Mikrokosmos una vez más por Jungkook.

Me sacó de mis pensamientos ver a la persona que buscaba salir. Parecía que todavía no se había dado cuenta de mi presencia.— ¡ Jungkook!—

Aceleró el paso pero no se iba a librar de mí tan fácilmente. Llegué a su altura tiré de él y le pegué a la pared atrapado entre mis brazos impidiéndole escapar y provocando que estuviéramos muy cerca y eso me encantaba.

— Jungkook, lo siento... Estoy muy confundido con todo esto del be—

— Yo no tengo ninguna duda, no me va ese tipo, lo que pasó entre los dos fue un error.— Y esto fue literalmente como si me dieran un tortazo.

— Deja de ocultarlo.

— ¿ Y lo dices tú? Él que me arruinó la vida solo porque no asimilabas que te gustan los tíos. Él que se inventó que me estaba liando con un chico cuando en realidad eras tú. ¿ En serio me estás diciendo que no lo oculte?—

Joder había sido un auténtico idiota.

— Vete mañana a la plaza que está al lado de la residencia, donde está la fuente,  a las cuatro. Si no vas sabré que realmente no fue nada para tí aquel beso pero si vas hablaremos sobre todo para aclararnos y que aquel beso no fue un simple beso.

[...]

— Muy bien Kim te han dejado tirado.— Llevaba media hora hablando solo ¿ Por qué? Muy fácil, porque eran las 16:30 y Jungkook no había aparecido.— Eres un idiota lo tienes merecido...— Me iba a ir, con el corazón roto y con el ego dañado.

— ¿Taehyung?— Una sonrisa se formó sola y las mariposas de mi barriga volvieron a volar.

Me giré lentamente para mirarle —
Oh... Al final viniste.—

Tenía pensado perfectamente lo que decirle. Le quería pero no se podía enterar nadie y eso no pareció sentarle nada bien a Jungkook pero después de un poco de persuasión aceptó aquel trato.

Tenía un mes para librarme de mi novia e intentar que no me matara, un mes para estar junto a Jungkook en secreto y aclarar mi mente y ver si esto era lo que realmente quería y por supuesto, me quedaba un mes para ser odiado y expulsado de la residencia por Yoongi si revelaba que era gay. Pero todo esto Jungkook no lo sabía y probablemente se pensaba que me daba miedo confesarlo o que me avergonzaba de él.

[...]

1 de Septiembre, el cumpleaños de Jungkook y me veía obligado a comprarle algo pero no sabía el qué.

Y como persona original que soy lo busqué en Google.— ¿ Qué regalar a tu novio? — Leí mientras tecleaba en el portátil.— No espera novio no.— Borré.— ¿ Qué regalar a tu...— Joder, ¿qué se supone que éramos él y yo? — ... amante?— Pulsé la tecla de buscar y rápidamente aparecieron muchísimas páginas.

— Una rosa, un peluche, bombones...— susurré mientras leía ejemplos.— Esto es muy típico. ¿ A Jungkook le gustará lo típico o algo original? Pero, ¿cómo le voy a regalar algo original si estoy buscando en Google que regalarle porque no tengo ni idea? — Golpeé mi cabeza contra el teclado frustrado.



- Estás tan increíble como siempre.— Tosí.— Tienes la magia y el poder de arreglar mi día con solo una sonrisa.— Y sí, aunque suene ridiculo estaba practicando delante de la puerta de Jungkook para ver que le diría.
—¿Sabes que los ángeles están enfadados conmigo? En vez de soñar con ellos sueño contigo. No,no... eso es demasiado. — Negué con la cabeza.— ¿Acaba de salir el sol o me has sonreído? ¡ No! Esto es imposible...—

Seoul University  -  VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora