Alexander
Por fin había terminado, toda la mañana estuve entrenando, aparte de acompañar a mamá a recorrer todo el territorio, teníamos que vigilar las fronteras. Quería llegar a casa darme un baño y dormir.
Pero no, como siempre cuando quiero hacer algo nadie me deja hacerlo, al llevar a casa todo era un alboroto mis hermanos corrían de un lugar a otro gritando - ¡¡ Siii, pasheoooooo!!
Volteo para ver a papá, en que mal momento lo hice - En buen momento llegaste hijo, alístate que saldremos - al escuchar fruncí mis cejas y coloque mis manos en mis rostro, enserio no quería ir... - ¡Apresúrate!, en media hora salimos.
(...)
- Levántate, dormilón...- poco a poco comencé a abrir mis ojos - ¿ya llegamos? - fue la primera palabra que solte
- Hace unos momentos, apúrate y baja del auto - respondió mamá
(...)
No, fue tan mal como pensé, en verdad estuvo divertido comimos de todo, fuimos a los juegos, compramos diversas cosas; ahora llevaba en brazos a Adrián y papá cargaba a Andrea, se habían quedado dormidos después de recorrer todo el lugar, mientras caminábamos a la salida...
Sentí un aroma atrayente, no era cualquier otro olor, era de naranja y canela... mi bestia interior me decía que mi mate está cerca, no podía creerlo ella esta acá, mi corazón comenzó a palpitar con fuerza, tenía que encontrarla.
Camine de forma rápida, empujado a las personas a mi alrededor, tenía que encontrarla antes que desaparezca el olor...
Seria hermoso decir; que la encontré y la tengo en mis bazos, pero no, cuando llegue a la salida era demasiado tarde, no estaba ahí nadie solo había un rastro de su aroma nada más...
Sentí la mano de alguien en mi hombro - Hijo, por fin te alcance ¿qué paso? - al voltear, mire su rostro lleno de preocupación.
- Papá, no pude encontrarla llegue tarde - pronuncie de manera desgarradora
- ¿A quién hijo? - pregunto con duda
- Mi mate, sentí su aroma, pero la perdí... - me sentía mal, la tenía tan cerca por fin después de tanto tiempo
- Tranquilo hijo, ya la volverás a encontrar seguro vive por acá cerca - me abrazo fuerte
Tenía razón ya la volveré a ver, ya sentí su aroma y no parare hasta tenerla en mis brazos.
(...)
Ya en mi habitación no dejaba de recordar ese aroma, imaginarme de como será ella, su rostro, su personalidad... mi mate ya te volveré a ver...
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Pertenezco a ti
WerewolfÉl busca a su mate y, yo a mi compañero. Nuestro primer encuentro no fue el mejor, y los siguientes tampoco. ¿Pero podremos darnos una oportunidad? El cuento terminará en "y fueron felices por siempre".