Cap. 6

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Esperanza

¡¿Por qué tenía que volverlo a ver?! - grite en mi mente, tenía que mantener la compostura. Trataba de pensar en otras cosas, así pasaron las horas y ya me podía retirar a casa.

Cuando estaba de camino al estacionamiento fui interceptada por él.

- Permiso, déjame pasar - pronuncie de manera tajante.

- ¿Po...demos ha...blar? - hablo en forma dudosa

- No.

- ¿Dame una oportunidad?

- Déjame en paz, contigo no tengo nada que hablar. Nuestro trato es solo por mi paciente nada más.

- Escúchame... si, ¿por favor?- solicito teniendo sus manos entrelazadas. Ya no aguantaba esto tenía que acabarlo aquí y ahora.

- Ya, habla tienes 5 minutos - pronuncie mientras miraba mi reloj. Me miro sonriente - el tiempo corre habla rápido- dije.

- Perdón, este es el primero cometí un error aquel día no controle mi temperamento actué sin saber los hechos. Ya se toda la verdad mis hermanos se hirieron al jugar, tu hermano solo les estaba ayudando a levantarse. El segundo perdón es por lastimarte, al rechazarte por ser en parte vampiro. Eso te quería pedir perdón por ser un idiota y alejar a la persona más importante de mi vida y maltratar a un inocente.

- Eso me querías decir, un perdón no solucionan las cosas, heriste a un ser inocente no te percataste en sus lágrimas, dejaste marcado su brazo él solo tiene 4 años. Además me heriste, me rechazaste sin conocerme solo por ser en parte vampiro. - pronuncio cada palabra mientras varias lágrimas resbalaban por mis mejillas.

Al terminar de desahogarme, corro hacia mi auto mientras limpio mis lágrimas, y manejo rápido quiero irme de ahí. Al llegar a casa voy directo a mi habitación necesito descansar y olvidar todo.


(...)

- Hija, levántate baja a desayunar - al escuchar la voz de mamá me levanto apresurada.

Ya en la cocina saludo a mis padres, dándoles un beso en la mejilla - ¿estás bien hija, te encuentras un poco pálida? - dice mamá preocupada

- Estoy bien... solo un poco cansada

- En tu día libre descansa todo lo que puedas, mi pequeña - habla papá mientras acaricia mi mejilla

- Ya papá eso hare - comento brindándoles una pequeña sonrisa.


(...)

Llegando al hospital realizo mi rutina diaria, sin darme cuenta las horas pasan rápido. Ahora tengo que ir donde mi última paciente, ojala él no este. Pero como siempre el destino me juega mal. Camino hasta mi pequeña paciente sin darle importancia.

- Hola pequeña, ¿Cómo amaneciste?

- Bien Dra. ¿Ya puedo irme a casa? - pregunta alegre

- Si, pequeña hoy te dentro de unos minutos te iras a casa. - Firmo los documentos de alta, indicándoles volver dentro de tres días para un chequeo y sacarle los puntos.

(Los seres sobre naturales adultos se pueden curar de forma veloz. Pero en caso de los niños la curación es lenta, porque no están completamente desarrollados, recién en la adolescencia la sanación es rápida.)


Al salir de la habitación me dirijo a la cafetería, pero siento unos pasos - ¿Qué quieres? - pronuncio al voltearme.

- Solo hablar contigo

- Ayer hablamos de todo, déjame sola, no me sigas.

- Dame una oportunidad de conocerte.- al escuchar aquello me quedo estupefacta.- Bromeas ¿No?- pregunto.

- No, es enserio quiero conocerte y además pedir disculpas a tu hermano.

- Déjame en paz, olvida que me encontraste y nunca nombres a mi hermano. - cada palabra en vez de hablarla la grito en su rostro. - ¿Qué se cree?- Pienso en mi mente.


(...)

Pensé que al decirle las cosas en claro, me dejaría en paz, pero no. Todos los días viene al hospital pidiendo una oportunidad de conocerme y ver a mi hermano. Ya me harta.

El primer día vino y espero que terminara mi turno para pedir lo mismo. Al segundo día vino con su hermana acompañándola para su chequeo mientras la atendía no dejaba de mirarme e igual insistió en conocerme.

Así viene sin falta ahora trayéndome flores y peluches que cree que caeré. Todo el hospital se dio cuenta de las escenas que él realiza, me preguntan si es mi pareja y respondo no.

- Hola - al escuchar su voz volteo pensando ¡no tú de nuevo!

- Vamos a lo mismo, ¿no te cansas?- No, hasta que aceptes no parare - dijo mientras sonreía.

- Me tienes agotada de tanta insistencia, ya te perdono de corazón por mi parte.- respondo sincera me hirió, pero con todo lo que hace diario creo que se merece ser disculpado.- Pero lo que hiciste a mi hermano no.- digo directa.

- Gracias por aceptar la disculpa, pero no parare hasta disculparme con tu hermano y conocerte mejor.

- ¿Cómo piensas disculparte con él? - pregunte intrigada

- Si me ayudas - respondió.

- Aja, ¿y qué haría?- digo desganada

- Solo tendrías que llevarlo a este lugar - pronuncia mientras me entrega unos boletos. - El zoológico.

- Sí, es un lugar tranquilo para poder hablar y que se distraiga.

- ¿Por qué piensas que lo llevare? - pregunto - Presiento que si lo harás.- respondió sonriente mientras se tocaba el corazón. Al decir eso se fue corriendo y a mi dejándome sorprendida.


:) Hola espero les guste dejen sus votos y comentarios.

Pertenezco a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora