Opuestos (yaoi)

Capítulo 6

Donovan

Estoy sentado sobre la butaca viendo mi teléfono, me sorprende la cantidad de tonterías que hay en Internet, no todo es malo, pero, me sorprende lo estúpido que llega a ser el humano, haciendo cosas que lo dejan en total ridículo o donde arriesga su vida, solo, por ser viral durante 2 días.

- Hola -escucho-. ¿Saben dónde está un chico llamado Thomas?

Esa voz me parecía muy familiar, pero no sé de dónde.
Busco de quién es esa voz, mirando alrededor.

De pronto, veo a un enano rubio de espaldas, conversando con algunos de mis compañeros.

David de la nada se despierta y se levanta para dirigirse hacia la puerta, donde un chico que también me resulta familiar está parado junto al marco, viendo hacia el pequeño enano.

- ¿Qué haces aquí? -le pregunta David al chico de la puerta, con su tono tan descortés de siempre-.

El enano de repente parece alarmado al escuchar la voz de David y se da la vuelta, dejándome ver su rostro.

Rayos.

Siento como si acabara de ser "flechado" o algo así por aquel pequeño rubio, con unos ojos tan azules que en mi vida jamás había visto.

Veo como camina hacia David y el otro chico, sin apartarle la vista o siquiera pestañear.

Cierro y aprieto los ojos.

- ¿Qué rayos me sucede? -susurro para mí-.

Louis

- ¿Qué haces aquí?

Me quedo paralizado sosteniendome del marco de la puerta.
No en di cuenta en qué momento despertó, sólo vi que de un segundo a otro empezó a caminar hacia mí firmemente.

Asusta.

- ¿Y bien? -me pregunta con un tono muy serio-.

No sé porqué no puedo decir siquiera una palabra.

- ¡Hola! -interviene Jair, quien se pone en medio de los dos-. Sí. Disculpa. Veníamos a buscar a alguien, pero veo que no está, así que ya nos vamos.

Jair me empuja hacia fuera del salón para irnos rápidamente, pero el chico me jala del brazo.

- ¿Venías a buscar al "vocal" del consejo? -pregunta tranquilamente-.

- Y-yo... -tartamudeo sin querer-.

- Sí, pero al parecer no está -interrumpe Jair, jalandome del otro brazo-. Así que nos retiramos.

- ¿De qué hablan? -dice el chico mientras suelta mi brazo-.

- Sí, Thomas no está -contesta Jair-. Acabo de preguntarles a esos chicos de por allá.

- ¿Thomas? -pregunta confundido-. Ese idiota viene 2 veces en el año, lo están confundiendo.
¿Acaso no leíste la lista?

- L-lo hice... -contesto tartamudeando por accidente otra vez-.

- Entonces deberías saber que a quien estás buscando se llama "Tobias" no "Thomas" -responde con tono molesto-. ¿De verdad eres el "mejor promedio de la escuela"?

- Oye, idiota -dice Jair enfurecido-. Qué importa cómo se llame esta persona, estás actuando como un completo estúpido y deberías de no ser tan grosero y arrogante con alguien que no te está buscando pelea y que por cierto está haciendo las cosas solo, ya que un verdadero imbécil bueno para nada siquiera se presenta para ayudar en asuntos que deberían ser parte de su obligación.

Quedo completamente sorprendido, no sé si por lo que Jair acaba de decir, o si porque jamás lo había visto ponerse así.

- Hey, hey, hey -interrumpe un chico alto de ojos grises-. Tranquilos compañeros, están llamando la atención...

Volteo a mi alrededor, todas las personas en el salón nos observan.

- Perdonen a mi amigo -dice el chico alto-. Es un altanero sin remedio.

- Tú, pedazo de...

- Se acaba de despertar y siempre está de mal humor -interrumpe-. ¿Necesitaban algo?

Jair está tan enojado que ya ni siquiera habla.

- Quería avisarle al nuevo vocal del consejo estudiantil que haremos una breve reunión en la biblioteca después de clases... -respondo finalmente sin tartamudear-.

- Oh, muy bien. ¿A Tobias, verdad? -me dice el chico amablemente-. Si quieres yo le digo de tu parte...
¿Mi querido amigo altanero debe de asistir también?

Me quedo callado, al igual que Jair.

- OK, haré que asista, así sea a la fuerza -nos sonríe alegremente-.

- Maldito pedazo de mie... -su amigo le tapa la boca-.

- Fue un gusto -dice el chico alto-. Mi nombre es Donovan, así que si necesitan algo de este pedacito de idiota pueden decirme sin problema.

Afirmo con la cabeza y me despido, llevándome a Jair a rastras del salón, que parece que va a asesinar a cierta persona con la mirada.

~

- Es un idiota -dice Jair-.

- Síp -le respondo-.

- ¿Y me puedes decir porqué demonios te quedaste callado cuando ese imbécil fue tan grosero contigo?

- No lo sé... Creo que no sabía cómo responder en ese momento.

- ¿Y ahora lo sabes? Porque te recuerdo que lo volveremos a ver en dos horas más en la biblioteca.

-  ¿De verdad crees que vaya?

- Yo qué sé. Su amigo el gigante dijo que lo llevaría a la fuerza.

- Creo que dijo que se llama Donovan -digo mientras me río-.

- No me importa -me responde-. ¿Y de qué te ríes?

- De nada -respondo riéndome-. Es solo que me parece gracioso que le digas "gigante".

- ¿Porqué?

- Amm... -recordé que no le gusta que mencione nada sobre su estatura-. Por nada.

Hojeo las páginas de mi libreta para entretenerme.

- Oye, Jair.

- ¿Qué pasa?

- ¿Porqué te enojaste tanto?... Nunca te había visto tan molesto.

Veo que de repente se sonroja y se cubre rápidamente con un libro.

- Es por tu culpa. Nunca has aprendido a defenderte y dejas que otros te agredan fácilmente. No podía simplemente dejar que un idiota te hiciera sentir mal.

- Lo dices como si yo fuera una damisela en apuros.

- Tonto, eres como una damisela en apuros.

- ¡Hey! ¿Quién era el que lloriqueaba esta mañana sobre el matón que nos molestaba el año pasado?

Jair se empieza a reír.

- Es que ese tipo es un caso diferente.