El pecado de quererte -Kiane (King X Diane)

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Diane había tomado la medicina de Merlín, esa que la hacía volverse más pequeña. Ya todos más calmados, dentro de la taberna, estaban preparados para hablar sobre lo sucedido. Se sentaron alrededor de una de las mesas circulares de la taberna y Meliodas comenzó a hablar.

-Ese chico es muy peligroso, ¡no puedo creer que cayéramos ante ese encantamiento tan torpe!

-Lo más extraño -decía Escanor- es que nos hayan dejado irnos.

-¿Eso te parece lo más extraño? -dijo Merlín mirando acusadoramente a Diane.

La castaña recibió el mensaje de su mirada y frunció el seño en respuesta. Todos las miraban atentos.

-Diane... -le decía Hawk- tu poder era igual al de los mandamientos. ¡Casi llegas al mío! ¡Eso es sorprendente!

King la miró nervioso, no sabía si respondería con la verdad o si seguiría ocultándolo.

Merlín al darse cuenta que ella no contestaba nada se apresuró a decir ahora haciendo notar un poco más su desconfianza.

-¿Cómo explicas eso?

-No lo sé, sólo sucedió... -respondía ella mirando el amuleto que ahora colgaba en su cuello.

Gowther se levantó de la mesa bruscamente.

-Ahora sí estás mintiendo -la señaló con un dedo acusándola.

Diane apretó los puños. King la miró muy atento.

-¡Está bien! -gritó por fin.

Merlín le puso una mirada dispuesta a juzgar cualquier cosa que dijera.

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-¡Arthur! -le dijo el rey Bartra al otro rey- ¿aún no hay respuesta de King?

Arthur negó con la cabeza mirándolo triste. Se lo había llamado con urgencia y él no se había dignado a aparecer.

Un caballero sacro estaba escuchando la conversación escondido. Tenía el seño fruncido y se veía muy molesto.

-¡Lo sabía! Ese King no tiene buenas intenciones con el reino -decía Howzer para sí mismo-. Estoy seguro de que él está detrás de todo esto... Después de todo aquellos seres que atacaban podrían ser hadas. No dudo de que lo sean.

Howzer comenzó a caminar alejándose de donde se encontraban los reyes. Debía encontrar gente que le creyera; su amigo Gilthounder era demasiado fan de los siete pecados capitales y jamás estaría de acuerdo en ir en contra de uno de ellos. Pero Howzer no era así, no se dejaba llevar por ninguna buena impresión y no dudaría en acabar con King si así se lo propusiese.

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-Este es el amuleto -ella señaló el collar con la piedra agujereada que lo adornaba.

Merlín lo miró asombrada. Después de lo que Diane les había contado sobre aquel extraño amuleto, quiso investigarlo a fondo. Se acercó a él para observarlo mejor. Sí. Definitivamente no era una roca cualquiera.

-Tendré que investigarlo mejor -dijo Merlín tendiendo la mano para que Diane se lo entregara.

Ella sólo miró hacia abajo y apretó el amuleto con una mano. Todos se quedaron sorprendidos.

-Lo siento Merlín... -le decía la castaña- pero puede ser muy peligroso. Es mejor que lo dejes así.

La maga miró decepcionada.