Capitulo 5: Inicio (Parte 1)

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– ¡Pero si eres tú! ¡Chico acné!

— 💙 —

Casi toda mi vida tuve situaciones desafortunadas.

Salía herido, humillado o aveces casi hasta llegar a morir.

Pero no sé cómo describir está situación en particular...

— 💙 —

Karamatsu nunca pensó que su mala suerte lo llevaría tan lejos.

Su inexperiencia y falta de interacción lo guiaron a esconderse como si fuera una clase de impulso.

Solo tuvo que reconocer la voz de aquella persona para no hacer el más minúsculo ruido y esperar a que se fuera. No sólo porque aún no estaba listo para ese momento, en cambio, ¡¿Como demonios podía presentarse vestido de un árbol?!

Si bien ya dio por hecho que empezó mal la primera vez que conectaron miradas ahora creía que nunca podría impresionar a ese chico de la manera que él planeaba.

Karamatsu soltó unos balbuceos inentendibles tratando de no mirarlo directamente para no aumentar más su pánico interno por la cercanía. Ichimatsu comenzó a reír por ese comportamiento que ya lo daba por un aspecto característico del contrario.

– En verdad no entiendo lo que dices – limpió algunas pequeñas lágrimas de la risa y se dispuso a ayudar al contrario a salir del traje– Lo siento, no sabía que estabas ahí. Aunque~ en realidad fue algo cruel de tu parte no decirme nada.

Ichimatsu más que estar molesto por no tomar su descanso como quería se le hacía cómico encontrarse de improvisto con aquel chico de esa manera, como si la mala suerte fuera parte del ojiazul.

Cuando Karamatsu pudo salir de aquel pesado traje, un leve escalofrío paso por su columna al ver lo arruinado que estaba. Se arrodillo dramáticamente tomando algunas ramas rotas y un pedazo de la corteza ficticia del árbol.

– M-Makino-san me matará... Me sacara del club – susurró aterrado para si mismo y miró a su acompañante quedando atónito al ver más detalladamente su rostro – ¡T-Tu rostro... E-Estás herido!

– ¿Uh? – El ojiamatista confundido acarició un poco su mejilla y enseguida sintió un pequeño ardor – Oh seguro fueron por las ramas... ¡No te preocupes! No es tan grave.

– ¡P-Pero!... Y-Yo... – Karamatsu entre culpabilidad y vergüenza, inclinó exageradamente su cabeza al frente del contrario dejándolo desconcertado – ¡Lo siento! ¡En verdad, lo siento!

Ichimatsu atino a reír nuevamente por la inocente actitud del ojiazul. Se acercó un poco a él y posicionó una mano en los hombros del contrario haciéndolo enderezarse.

– Oye, no tienes porqué hacer eso – sonrió de lado y le dio algunas palmadas en el hombro para que entrara en confianza –Estoy bien, además lo mío no es tan grave como lo tuyo.

El ojiamatista le señaló un enorme moretón que se formó en su frente al haber impactado directamente contra el suelo. El ojiazul toco su frente y enseguida chillo de dolor por la herida haciendo que el ojiamastista se preocupará un poco. 

– T- Tranquilo, tranquilo. Será mejor que vayamos a la enfermería antes de que eso se ponga peor – el ojiamatista al terminar de decir eso fue por el portafolio para verificar que ninguna hoja faltará.


Karamatsu asintió desviando la mirada a otro lado. Sus manos jugaban nerviosas en su pecho, su corazón latía más rápido a cada segundo y a duras penas lograba controlar la estabilidad de su piernas. La sensación era parecida cuando estaba parado al frente de todos sus compañeros para recitar algo o resolver un problema de matemáticas. Pero la diferencia esta vez es que la persona en frente de él, le resultaba realmente agradable.

INQUIETO DE TANTO DESEARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora