Ichimatsu sentía ya no poder aguantar más.
Realmente no quería provocarlo, pero con la vista que tenía en frente de él era imposible.
– 💜 –¡De verdad se está esforzando!– 💜 –
Jyushimatsu desde hace un buen rato estuvo entre frunciendo el ceño y sonriendo mientras devoraba los caramelos que le dio el doctor por su buena acción.
Jun al ya acabar de limpiar y tratar la rodilla lastimada del ojiamatista, se dispuso a colocarle una venda para que no se infectará la herida. De vez en cuando le regañaba al ojiambar a qué se decidiera por cual expresión elegir. Pero, Jyushimatsu era muy terco a las órdenes; amaba los dulces, no podía evitar sentirse feliz al saborear y morder con rapidez cada caramelo que se llevaba a la boca, pero tampoco quería perder el perfil de chico malo en frente de su compañero de clases.
Ichimatsu no comprendía porque aún el ojiambar no había explotado.
Basto solo segundos para comenzar a reírse del otro. Si lo golpeaba, le daba igual, ya daba por hecho que la ira del ojiambar era inevitable. Pero muy contrario a sus predicciones el otro solo hizo un gruñido molesto y le dio la espalda encorvándose aun más, como si estuviera tratando de controlarse.
— No te burles de él... Si no estuvieran en mi consultorio te aseguro que te hubiera lanzado cualquier cosa que estuviera a su alcance — dijo Jun tranquilamente, Ichimatsu se sorprendió y se alivió al saber eso, era la primera vez que veía que su compañero de clases se comportaba tan "disciplinado" frente a un superior. Dejo su risa de lado y miro al ojiambar con curiosidad — Es raro tener visitas de ti, usualmente eres cuidadoso.
— Digamos que estoy teniendo una racha de mala suerte... Solo que esta vez fue peor que la anterior.
— Mmm... Por cierto ¿Como está tu compañero? ¿Ha mejorado?
— Él y yo no somos compañeros de clase y la verdad recién lo conozco.
Jun hizo una mueca confundida y no preguntó más.
Ambos chicos salieron del consultorio (Ichimatsu caminando más despacio que su compañero por el ardor de la herida). Jyushimatsu se despidió con una frase cortante y estaba dispuesto a irse hasta que una mano se posó en su hombro.
— Oye, gracias... Y lamento haberte insultado antes — Ichimatsu al principio dudó en sus palabras pero el acto desinteresado de su compañero de verdad que lo tomo por sorpresa. Había estado juzgándolo mal.
— Fuiste muy tonto — dijo el ámbar sonando más a un regaño que una burla — Haces cosas estúpidas solo para satisfacer a esos niñatos mimados. Ni siquiera parecía que te divertías en el partido.
— ¿Lo... Notaste?
— Fue muy fácil.
Ichimatsu bajo la mirada y dudo en que responder. La situación era vergonzosa y más aún cuando indirectamente el otro le decía que era inseguro de si mismo.
— ...Pero no pareces ser como ellos — agregó Jyushimatsu un tanto pensativo.
— ¿Que quieres decir? — Ichimatsu levantó una ceja
Jyushimatsu bajo los hombros mientras hacía una mueca de "Ni idea"
— Solo lo intuí ¿Si? — respondió áspero pero sin querer ser prepotente — Puedes tomarlo como algo bueno, supongo.
— ¿Estás bromeando? — el ojiamatista soltó una risa sin querer — ¿Como puedes afirmar algo en lo que ni siquiera sabes que es?
— Solo lo sé — le dio la espalda como si fuera un pequeño niño escondiendo una travesura — ¿Deja de insistir, quieres?
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INQUIETO DE TANTO DESEARTE
Novela JuvenilTu mirada es mágica. Tu cuerpo es una fragancia encantadora. Si lo aceptas o lo niegas. Tu serás mío, mi chico problemático. Créditos de los personajes e imágenes usadas a su respectivo autor.