–¡La suerte está de tu lado My Boy! – una figura adulta entra de forma apresurada al auditorio con una gran sonrisa en el rostro y algunas lágrimas de alegría – ¡El destino al fin te...! – Karl detuvo su caminar y miró confundido a ambos chicos. Primero se fijó que ambos estaban lastimados, luego miró a el ojiamatista para después mirar al ojiazul y casi sentir un paro cardíaco al ver el disfraz del árbol.
– ¡¡EL DISFRAZ!! ¡¡¿QUE LE PASO AL DISFRAZ?!! – exclamó acercándose apresuradamente hacia el escenario y mostrar una cara de terror al ver el desastre – ¡My Boy ¿Que hiciste?!
– ¡F-Fue un accidente! Y-Yo me caí y... ¡Lo siento, profesor! – Karamatsu en pánico se arrodilló en el suelo en forma de disculpa, acción que hizo reír un poco a Ichimatsu.
– Después de todo lo que hice por ti... – Karl se mostró serio y pequeñas lágrimas volvían a salir de sus ojos pero está vez de aparente decepción – Lograste decepcionarme...
Karamatsu aún arrodillado, Ichimatsu reía por dentro tratando de no ser escandaloso. ¿Se suponía que esto era una escena de maestro y aprendiz? ¡Dios! Sentía que una costilla quería romperse. Ichimatsu respiró hondo y rompió ese extraño ambiente de dramatismo.
– ¿Qué de importante tiene ese árbol? – miró a ambos con una expresión desinteresada – ¿No pueden hacer otro y ya?
Karl negó con la cabeza con una sonrisa y se acercó lentamente hacia el ojiamatista.
– My little Ichimatsu~ Las cosas no son como tú crees y la gravedad del asunto es mucho más complicado de lo que parece – Karl miró el rostro de Ichimatsu y entendió que el menor no sabía de lo que hablaba – La presidenta del club de teatro tiene varias facetas: Es orgullosa, amable, talentosa y una buena líder pero... nunca vas a querer conocerla cuando está verdaderamente enojada.
– ¿Tan malo es? – Preguntó Ichimatsu de forma inocente.
– ¡Lo es! Y ahora...
Escucharon un golpe seco a lado suyo, encontrando a un Karamatsu con la cara en blanco y sin reacción alguna en el suelo. No soporto tantas emociones juntas.
– ¡My Boy!
– Otra vez no... – dijo Ichimatsu rodando los ojos.
– ¡Rápido Ichimatsu-kun! ¡Ayúdame a levantarlo! – Karl se apresuró a cargar al ojiazul en su espalda mientras Ichimatsu lo ayudaba a que no se le cayera– Bien, Ichimatsu-kun siento tener que interferir en tu rutina escolar diaria.
– La verdad no es como si me importará...
– Pero necesito que lleves el disfraz de árbol mientras yo llevo a Karamatsu-kun a la enfermería.
– Eh, ¿Qué?, ¿Porque?
– Es una larga historia~ ¡Así que ven, vamos!
Ichimatsu sin entender nada recogió el disfraz, coloco las ramas rotas dentro de una bolsa que encontró cerca y siguió al mayor por detrás.
Se adentraron al edificio por una puerta trasera y enseguida se dirigieron a la enfermería por otro pasillo menos transitado para no llamar la atención de los demás estudiantes y profesores. Ichimatsu tocó la puerta de la enfermería y esperaron hasta escuchar una voz grave que les ordenará pasar. El menor abrió la puerta para que el mayor pasará primero y dejo el disfraz junto con la bolsa a un lado de la puerta.
– ¡Demonios Karl! ¿Ahora que hiciste? – decía molesto un hombre de bata con anteojos. Su cabello estaba mucho más despeinado que el de Ichimatsu, sus ojos eran de un marron oscuro sin brillo junto con unas notables ojeras por falta de sueño, el aura a su alrededor era amenazante pero con esa corbata de gato no podía tomarlo en serio, al menos a la vista de Ichimatsu.
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INQUIETO DE TANTO DESEARTE
Ficção AdolescenteTu mirada es mágica. Tu cuerpo es una fragancia encantadora. Si lo aceptas o lo niegas. Tu serás mío, mi chico problemático. Créditos de los personajes e imágenes usadas a su respectivo autor.