-Prefacio-

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"Al contarte nuestra historia he vivido todo de nuevo: las épocas dulces, las amargas, las victorias, las derrotas; placeres y dolores que dejan de ser un recuerdo para convertirse en un legado.

Para convencerte de la verdad, he sido completamente abierta a escribir todo esto para ti, y aunque me tengas poca fe, me atreveré a pedirte olvidar la lógica, los prejuicios, y cualquier tabú. Yo lo necesito para que confíes en mí, tú lo necesitas para comprobar que esto es cierto. Quiero que mantengas tu mente y corazón abiertos para que consigas una visión más amplia de mí, de ti, de todos nosotros. En los diarios que ahora tienes en tus manos y que acompañan esta carta, he dado por sentado que entiendes con madurez lo que te diré a continuación. He sido honesta en cada uno de ellos, aquí no habrá secretos, así que el que los leas o no, será tu decisión. Ojalá no saques conclusiones apresuradas y me des la oportunidad.

Nací como un ser humano común y corriente, pero pocas veces me sentí así... Sé que puede sonar raro, pero para mí fue lo normal, incluso hasta esperado, porque quiénes me rodeaban no lo eran. No sé si te decepciones al leerme decirte esto, no pretendo darte una excusa estúpida, quiero hablarte con la verdad, sin juegos. Y esa verdad me obliga a decirte que fui criada por dos vampiros.

Vampiros reales, criaturas de la noche, bebedores de sangre..., asesinos. 

Mi hermano y mi nodriza lo eran, lo son... y yo también. 

Todos nosotros lo somos.

Mi infancia fue muy diferente a la tuya. Yo no era hija de reyes, mis orígenes eran corrientes, mis padres eran humanos comunes, pero Diego, mi hermano, trabajaba para el Zethee, quien es el líder supremo de los vampiros, fuente única de gloria, riquezas y ley entre nosotros. El Zethee concedió que Athir, mi nana, se hiciese cargo de mí a cambio de un pacto con Diego. Desde niña aprendí que en su momento mi naturaleza cambiaría y yo dejaría de ser humana. Mi organismo, ciclo de vida, nutrición, conducta e inclusive mis instintos se renovarían. Sería una nueva criatura; de todo esto es justo de lo que te hablaré. 

Muchas cosas que en mi casa eran normales, para otros podían haber sido actos diabólicos. Cuando crecí lo suficiente para entender qué cosas podía hablar con otros o no, fue cuando me permitieron compartir con las personas normales. Mi personalidad solía espantar a todos por mi gusto por lo tenebroso y mi obsesión por la sangre; yo no la consumía para entonces, claro, pero me gustaban las historias que la involucraran. Intentaba ser discreta, ante el mundo actuaba como una chica más, mientras que en casa me formaba para la vida que me aguardaba, me refiero a las costumbres vampíricas que tú conocerás de aquí en adelante... Más que un regalo, es tu derecho.

Me consuela y complace que puedas saberlo y aprenderlo todo sin involucrarte en el infierno que nos ha envuelto. 

No sé lo que pase, pero si nos volvemos a ver o no, como sea, anhelo que esto llegue a ti.

Es importante que sepas que jamás me había encontrado con vampiros desconocidos, no hasta este punto donde comenzarás tu viaje a través de mis memorias.

Cambio de SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora