Blog: Fuera de Wattpad.

Deseos presurosos.

Desear algo y soñarlo son cosas muy distintas.

He soñado que puedo volar, se siente real, pero no es posible (al menos no de manera que no se requiera tecnología avanzada), ya que no es inherente al ser humano.
Pero, si algo he deseado, es poder llegar a trabajar en algún estudio de animación o producción, incluso publicar un libro. Darles vida y voz a personajes, qué tal vez aún no existen, con grandes historias por contar de cualquier modo posible

La meta se ve muy lejana, el trecho que falta recorrer luce abismal, no sé ni siquiera cómo debería avanzar para llegar a ese terreno. Me han llamado de todo, ingenua y dulce, fantasiosa, optimista. Estoy segura de que si mi deseo fuera ser la mejor arquitecta o abogada, las cosas serían muy diferentes.

A veces no comprendo al mundo, menosprecian el arte, pero consumen con gozo todo lo que el mismo crea. Consumen el entretenimiento de las películas que se proyectan en el cine o en plataformas de streaming y bailan al ritmo de la lírica de sus artistas favoritos. A pesar de eso, lo hacen menos y tratan de amarrarte los pies a la tierra.

Lo que no saben es que hoy en día es muy fácil cortar esas cuerdas.

Aunque, en algo en lo que no puedo negar que tengan razón, es que es una tontería hacer que los jóvenes elijamos una carrera a esta edad. Ni siquiera sé qué quiero merendar en un rato o si lo que elija me seguirá gustando. Anda ya, que parece lo hacen a propósito para decir el conocido "te lo dije" de los adultos más "expertos" (que de expertos tienen un comino).

Nos venden la idea de que tener la mayoría de edad es un boleto a la ciudad de la "Resignación" con parada en la tienda de souvenirs "Responsabilidad" y una visita especial al valle de "Madurez".

Si me dieran una billete cada que escuchó a alguien decir que los chicos/as de mi edad deberían actuar con más madurez, sería millonaria, anda J.K Rowling con cuidado que te quitaría el puesto a una de las mujeres más ricas del mundo. Vaya que, no espero mucho de los adultos ni de los adolescentes y aún así logró decepcionarme (y me incluyo). Venga, basta con ver cómo somos la generación donde se hace viral cualquier cosa antigua o la generación de los remakes y la nostalgia.

¿Será que el futuro no es lo suficientemente interesante? ¿Por qué se empeñan tanto en revivir las historias clásicas de la niñez de los adultos de hoy? ¿Acaso sus vidas tristes necesitan una visita al mar de los recuerdos? No lo sé, a veces no entiendo siquiera cuál puede ser ese interés tan marcado si no es capitalismo.

Porque, claro, ahora es de ley que el debate a favor o en contra del capitalismo te hace ser más "adulto" si se saca a colación. Tampoco es como si yo fuera socialista, o como si supiera emplear bien estos términos. Pero, vaya, que Marx se ha puesto de moda y es para los adultos jóvenes y revolucionarios lo que es Kurt Cobain para las chicas que se creen las únicas en el mundo con gustos peculiares.

No sé si ya habrán visto la película del Joker (o siquiera si alguien sigue leyendo este olvidado blog) pero el bromas da muchas vibras a Rousseau y su discurso de que el hombre es bueno por naturaleza pero la sociedad lo corrompe. Hasta hace unos meses ni siquiera hubiera pensado en eso, así que he de confirmar que la universidad es la que te corrompe de alguna manera y no precisamente para mal. O puede que sí y sólo estoy ocupando mi característico lado optimista para no ver el vaso desbordándose.

Puede que, incluso esté cayendo en el arquetipo de los que se quejan todo el tiempo y atacan al gobierno o se consideran anarquistas, esa no es la intención.

Sólo son un montón de pensamientos curiosos que se me han ocurrido mientras voy en el transporte público y de esos deseos que me gustaría cumplir en un chasquear rápido de dedos en lugar de tener que esperar.

Desearía ser más valiente.
Desearía publicar ya un libro.
Desearía atreverme a entrar a clases de actuación.
Desearía comerme una deliciosa rebanada de pastel de zarzamora con queso sin tener ni una gota de culpa.
Desearía poder sentir la brisa del mar en mi piel.
Desearía tener el trabajo de mis sueños.
Desearía no tener que leer tanto sobre conflictos políticos para pasar las materias.
Aunque, a la vez, desearía solucionarlos.
Deseo poder dormirme sin pasarme una eternidad mirando al techo imaginando el "hubiera..."
Y, desearía, reírme en un futuro de esta nota tan vaga que escribí en el transcurso de cuatro estaciones en el subterráneo.