Capitulo 1

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La selva Trefa

Aproximadamente a una hora Nuba de Valor City

Planeta Galis, 6.049 A.Y. (Años Yessat)

Con la astucia silenciosa y ágil con la que una bestia heeka acecha a su presa, Kara Gy'at Li, nee Kara Q'ana Tal, se deslizó a gatas sobre el suelo de la densa selva tropical de Trefa. Al igual que la otra tanda de cazadores que la acompañaron hoy, ella llevaba un par de botas de combate de cuero granate, altas hasta los muslos, y estaba completamente desnuda. Los sirvientes le habían embadurnado el cuerpo con pintura tishi granate, para permitir que ella, y las demás guerreras con las cuales cazaba, se mezclaran con la selva granate que las rodeaba.

"Jana", murmuró Kara por el dispositivo de comunicación que tenía sujetado a una oreja, "Tengo confirmación visual de la presa. Continúa con la Operación Cazar y Codificar".

A diez yardas Yessat, Jana levantó un puño, el equivalente galiano al símbolo de aprobación con el pulgar, a la futura novia que se encontraba a su izquierda.

"Prepara a tus cazadoras, Tora". Susurró las palabras mientras programaba su maltoosa en modo maravillado. "A la cuenta de tres". Entrecerró los ojos por la concentración, mientras se dirigía furtivamente hacia un arbusto tu-tu. "Uno", murmuró en el dispositivo de comunicación que compartía con cada cazadora de la misión. "Dos...".

Kara sintió que los músculos se le apretaban por las expectativas, mientras esperaba la señal final de Jana para tender la emboscada. Cuando Jana diga "tres", todo el fuego eterno de Nukala se desataría. Una mirada rápida hacia la derecha confirmó que las otras hermanas Gy'at Li también estaban listas para atacar. Kari y Klykka sostenían fuertemente sus maltoosas con la mano, mientras que Dorra preparaba el explorador láser.

Todo estaba listo.

La presa había sido rodeada por los cuatro costados.

'Era extremadamente ridículo cazar hombres humanoides, pensó con denuedo.

"...¡Tres!".

"¡Banzai!". Juntas, el grupo de cazadoras bramó el grito de batalla que Kari

Gy'at Li les había enseñado, mientras se aparecían de la selva por todos lados y cercaban a los hombres galianos asustados. Los hombre gritaron de terror, dos de ellos se desmayaron en el momento, al ver tantas guerreras listas para someterlos como bienes de matrimonio.

Los dos hombres restantes comenzaron a retroceder lentamente, con los ojos abiertos del disgusto y los labios amenazando con estallar en sollozos.

Hombres que lloran, que se desmayan, suspiró y se quejó Kara . Apretó los labios en desaprobación. ¿Hace cinco años Yessat, ella había buscado la libertad de un cierto guerrero Trystonni para esto? Ahh, ciertamente, era irónico.

"¡Kara!". Bramó Dorra mientras corría fuera del recinto de los hombres. "El grandote se está escapando. ¡Ayúdame, hermana!".

Kara levantó la cabeza rápidamente. Estrechó los ojos de un azul resplandeciente al ver al figura del hombre que se retiraba. Por las arenas, gruñó, era el que medía seis pies y medio el que se largaba hacia la selva espesa. Los hombres de esa altura eran botines de caza muy codiciados, debido a que recogían sumas muy grandes de las novias que deseaban una unión matrimonial con ellos.

Al menos, ese hombre de seis pies y medio en particular no recogería ninguna suma de dinero, ya que Dorra lo quería como compañero para ella.

"Estoy detrás tuyo". Kara no perdió el tiempo para ayudar a Dorra. Había pasado los últimos cinco años Yessat en Galis aprendiendo cómo convertirse en una guerrera y cazadora en grupo competente. 'Eso era en lo que sobresalía. 'Por eso era que todos los partidos de caza deseaban tenerla entre sus miembros. Era rápida, ágil y era demasiado buena para cazar y codificar.

Sin escape (H.S) 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora