Capitulo 12. "Negación".

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Ivanna:

Al día siguiente Paula había amanecido con una cruda horrible, parecía molesta y avergonzada.

—Jamás me había pasado algo así... qué vergüenza —dijo mientras acomodaba su moño en el espejo. 

—Algún día te iba a pasar, amiga mía —dijo la rubia mientras palmeo su hombro—, aunque si te pasaste de lanza con vomitarle a Nathan.

—¿Quéé...? —dijo exageradamente la pelirroja. Reí.

—¿No se lo dijimos? —negué mirando a la rubia. Ella hizo un ups con su boca.

—Bueno pasa que fuiste muy torpe en tu borrachera, casi te descubren, Nathan te salvo, te trajo y al llegar aquí vomitaste su espalda, que de solo acordarme me dan ganas de vomitar tambien —dije. Sofía hizo un gesto de asco y fue al baño. La escuchamos vomitar.

—¡Que asco, Sofía! —dijo Jelly saliendo del baño con una toalla en su cabeza.

Solté una sonora carcajada, Paula se puso más roja de lo que ya estaba, Jelly se comenzó a secar el cabello con la secadora mientras veía a Sofía con una ceja alzada. Sofía maldijo por lo bajo antes de volver a lavarse lo dientes.

—¿Asco?, y eso que a ustedes no les tocó bañarla toda borracha y vomitada, además deja que te contemos cómo casi te tragas a Diego.— comentó la rubia saliendo del baño.

—¿Qué?, eso es imposible, ósea Diego no es feo, pero no es mi tipo. —alardeo la pelirroja.

La rubia aclaró su garganta.

—Eso no decías a noche. —se empezó a reír al amarrar sus botas.

—Bueno, Sophie estaba borracha, no sabía lo que estaba haciendo, además si ves a alguien borracho, lo detienes, debiste haberme detenido. —se defendió la pelirroja.

—No, si te detuvimos, porqué sí no lo hacíamos, no sabíamos en qué habitación iban a acabar, si en la de los chicos o en la nuestra. —bromeó Jelissa alisando su cabello.

—Entonces, se los agradezco, no sé porqué me dejé besar y ya me voy porque es tarde —la Pelirroja concluyó saliendo de la habitación.

Yael:

Despertamos, nos turnamos para bañarnos y ya estábamos listo. Bueno excepto Emiliano que aún batallaba para acomodar su corbata.

Entonces curiosamente me acerqué a él. Me senté en una silla giratoria que estaba aún lado del espejo en donde estaba mirándose el castaño. Di algunas vueltas y Emiliano entrecerró los ojos. Hice una mueca con mis labios, haciendo un análisis.

—Así que... —dije al aire haciéndome el tonto.

—¿Así que, que? —dijo él mirándome y después mirándose en el espejo.

—Nada —dije haciéndome nuevamente el tonto. Nathan miró hacia mí con una ceja alzada y caminó hacia nosotros, sabía que también estaba interesado—, bueno... Sofía y tú...

Emiliano nos miró de reojo. Sonreí dentro de mi al ver cómo sus ojos hacían un brillo al solo escuchar su nombre. Así que Emiliano, sin darse cuenta estaba enamorado de la rubia.

—Pues... ella es una linda chica, solo eso —dijo antes de mirarse al espejo evitando nuestra mirada. Este chico está mintiendo o piensa que está haciéndolo.

—Eres raro, pensé que te gustaba Paula, pero cuando Sofía te reto a besar a la chica que te gusta, la besaste —dijo Nathan antes de ponerse de pie y caminar en busca de su mochila.

Emiliano por fin terminó de hacerse la corbata y miró hacia Nathan. Qué ni te pase por la cabeza, Bank. Recordé las palabras de Emiliano.

Sonreí. Emiliano tomó su mochila y la colgó en su hombro izquierdo.

—Porque te irá peor que a Diego. —dije al aire. Emiliano volteó hacia mí rápidamente. Moví mis cejas divertido. El negó.

Sofia:

Caminamos al salón de clases, aún faltaban unos segundos para empezar la clase. Me senté junto a Jelly quien aún no llegaba su compañera de asiento. Entonces ella me miró divertida. ¡Ay, no!

Paula e Ivanna estaba cerca de nosotras. Entonces recordé el trato con Emiliano. También sabía lo que Jelly preguntaría así que sonreí.

—¿Enserio, Emiliano y tú, en un día? —Paula miró hacia nosotras de reojo. Sabía que estaba atenta de la situación.

Hora de actuar, Durand.

—Bueno... cuando estuvimos solos, tuvimos un click y fue tan lindo... —dije sonriendo como tonta. Aunque por un momento dude si lo hacía por actuar o porque realmente me salía así.

—Pero si apenas se conocen. —respondió Jelly con los ojos abiertos.

—Para el cariño, no hay tiempo, Jelissa —sonreí para pararme e irme a mi lugar ya que la clase estaba por iniciar.

[...]

Siete Encuentros.Where stories live. Discover now