Siete Encuentros.

Capítulo 11. "Vomito".

Capitulo 11: Vómito.

Jelissa:

—¿Quien te podría gustar de uno de los chicos de aquí?. —La pregunta retumbaba mi cabeza, tomé la cerveza y levanté los hombros, pensé que podría evadir esa pregunta tomando un trago hasta que escuché a Ivanna.

—Te recuerdo que esto ya no es verdad o shot, Jelissa, tienes que responder, sí o sí. —dijo la morena, mire a la rubia pidiendo ayuda, haciendo que parara esto, al final de cuentas su nuevo novio es el que lo había comenzado.

—La cabellos Afro tiene razón. —añadió la rubia.

—¡Uhhhhh!, mira el tamaño de esa traición. —dijo la pelirroja que contrabajo y podía decir las palabras.

—¿Y entonces vas a responder, o te reto a algo? —dijo el castaño que había comenzado todo esto.

—Sí... creo que me podría gustar Ángel. —añadí y gire la cara para mirar hacia otra parte, puedo jurar que ya estaba muy sonrojada, más de lo que me gustaría.

Yael:

—¿Y.. Y.. Yo? —Tartamudee, a pesar de que es el 1er día la pelinegra me había parecido muy linda desde que la mire el auditorio, cuándo Gabriela quiso llamarles la atención.

—Sí tú, baboso, ¿o ves a otro Ángel aquí?—escuché la voz de Nathan que me sacó de mis pensamientos, sonreí sin querer.

—Uy... pues perdón. —solté— lo dijo muy de golpe —bromee.

—Nathan. —escuche decir a la pelinegra—¿Verdad o reto?.

—Reto. —respondió Nathan convencido.

—Besa a Sophie. —dijo sería. La pelinegra si que empezaría esta venganza contra Emiliano con todo.

—Qué ni te pasé por la cabeza, Bank, porqué te irá peor que a Diego. —susurró Emiliano, para que solo fuese audible para Nathan, pero yo me mantenía a en medio a ellos dos y logré oírlo.

—Perdón Emiliano. —soltó Nathan para levantarse de su lugar y acercarse a Durand.

Emiliano lo miró y tenía un aspecto serio, Nathan estaba a punto de besarla cuando entró una chava gritando como loca, algo que era inaudible  a nosotros; el dj le bajó a la música y logramos escuchar "Los maestros nos descubrieron", "están despiertos".

Los 8 nos miramos, para luego salir corriendo, si nos descubren nos iría mal, es nuestro 1er año, nuestro 1er día y ya estábamos a punto de meternos en problemas...

[...]

Nathan:

Corrimos sin siquiera pensarlo. Mi corazón latía al mil por hora, nuestros dormitorios no estaban demasiado lejos. Vi como los demás corrían, entonces escuché a alguien detrás de mí, volteé rápidamente y ahí estaba aquella pelirroja apunto de vomitar.

No, no, no. Mire como unas luces y un maestro entraban al lugar. Me acerqué a Paula rápidamente para tomarla de las piernas y cargarla en mis hombros. Corrí con ella hasta llegar a un dormitorio. Que casualmente y gracias al cielo era el de ella. Cuando estaba apunto de bajarla ella vomitó en mi espalda, Dios, no.

Sofía abrió los ojos sorprendida y me ayudo a bajarla, entró a lo que suponía era su baño y uno segundos después salió con una toalla para dármela. Ayudó a Paula a llegar al baño para terminar lo que había empezado.

—Gracias, me haré cargo de ahora en adelante —dijo Sofía desde el baño, asentí sin saber que ella no me miraba, que tonto. Abrí la puerta lentamente y mire hacia todos lados confirmando que no hubiera ningún profesor. Salí rápidamente y caminé hacia los dormitorios de los hombres. Al entrar al dormitorio ya se encontraban los chicos.

—¡No mames, hueles horrible! —dijo Diego desde su cama haciendo una mueca de asco. Le di una mirada rápida enojado y caminé hacia mi ropero para buscar mi pijama y darme un buen baño.

Aunque tengo que aceptar que si olía realmente  horrible.