- Serendipia -

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¿Alguna vez buscaron una cosa y terminaron hallando otra aún mejor?

Me sentí realmente afortunado cuando descubrí que me había enamorado de Jimin. Me había encaprichado en volver a verlo sólo porque lo creí una divinidad que llegó a brindarme la respuesta -o la solución- a mi problema de insomnio. Pero lo que encontré fué más grandioso e inesperado. Encontré a un gran e inolvidable amigo. Y me enamoré de él. Todo lo contrario a lo que buscaba en un inicio.

No sé si fué casualidad, coincidencia, accidente o destino. Pero ocurrió así. Y así mismo encontré, desafortunadamente, la cura a mi insomnio.

Ya nada me importaba con respecto a mi problema de sueño. Sólo quería salvar a Jimin y que mis sentimientos lleguen a su corazón para que corresponda mi amor sincero hacia él. Yo quería encontrar su mirada, como él mismo me había dicho que esperaba.

Pero no encontré nada.

No encontré nada porque Jimin nunca existió.

Y fué ahí, cuando me di cuenta de la verdad, que hallé la cura a mi problema con el insomnio. Ese amor que me hacía sentir impresionantemente eufórico no fué más que un sueño, o más bien, ese sueño fué un espejismo. Todo fué una ilusión que creó mi mente para encontrar esa solución desesperada a mi insomnio.

Todas las noches, escuchaba el océano desde muy lejos. Caminaba por el sueño a través de las calles. Me sentí terrible cuando reparé en el hecho de que siempre que me encontraba con Jimin, era cuando estaba completa y absolutamente solo, en lugares poco transitados y desiertos.

Todas esas platicas, correr bajo la lluvía, mirar la Luna y las estrellas en el muelle... Todo eso ocurrió, pero siempre estuve solo, no había nadie más conmigo, y no hay nadie que pueda confirmarlo tampoco, pero no es necesario, porque sé que no estaba con nadie.

Todo este tiempo sólo fuí yo haciendo catarsis conmigo mismo, tratando de encontrar qué estaba mal en mí para que viniera haciendo todo mal y no estuviera dispuesto a hallar una solución a mi desorientado estilo de vida. 

Siempre fuí como una medusa, dejandome arrastrar por la corriente sin voluntad alguna de mi cuerpo.

Pero ahora, gracias a toda esta gran purificación emocional, corporal, mental y espiritual que tuve, logré conseguir lo que me hacía falta.

Amarme a mi mismo.

Amarme lo suficiente como para no conformarme con esta patética vida sólo porque creo erróneamente que merezco lo peor. Amarme lo suficiente como para dejar de victimizarme por todo, en lugar de luchar y buscar solucionar mis problemas para salir adelante. Amarme lo suficiente como para no dejarme caer profundo y esperar que alguien me salve, cuando yo mismo debo hacerlo ¿sino quién entonces?

Cuando desperté en mi taxi y me encontré con que Jimin no estaba y recordé sus últimas palabras, entré en crisis. Lloré por varias horas. No podía soportar ese dolor inmenso tras reparar en el hecho de que la persona de la que me enamoré no existía, sino que era producto de una alucinación mía. La personificación del mal dentro de mí, sermoneandome para que de una vez por todas me dé cuenta de que podía terminar peor de lo que estaba si seguía odiandome como lo hacía.

La mente hace cosas maravillosas con la poca información que consigue oír de manera inconsciente cada día de nuestras vidas. Como cuando en nuestros sueños creamos una película confusa con cosas que estuvieron en nuestra vista periférica y a las cuales ni les prestamos atención estando despiertos, pero que dormidos cobran especial importancia.

Como sea. Logré salir adelante pensando que Jimin sí me ayudó a sanar mi alma. Todo los valores que me enseñó no fueron en vano. Pronto, dejé el turno nocturno como taxista y volví a ponerme en contacto con mis padres, y descubrí que ellos no tenían problemas en seguir apoyandome con la universidad, sin importar cuánto me cueste y cuánto tiempo me lleve. Ellos nunca estuvieron molestos conmigo por no rendir excelente, todo este tiempo había estado complicandome la vida yo solo sin sentido alguno. Tan jóven y ya hechando a perder mi vida y mi futuro sólo por culpa de mis propias inseguridades. Este era mi futuro, no el de mis padres, y ellos estaban conscientes de ello, por eso me apoyaban. Estuve tan ciego todo este tiempo por autocastigarme inútilmente con delirios míos, que jamás lo hablé con ellos.

De pronto comienzo a llorar al sentirme conmovido por este pensamiento. Y con lágrimas corriendo por mi rostro, elevo mi mirada hacia la Luna y las estrellas en el cielo. Dispuesto a autocompadecerme por última vez y para siempre.

Tal vez Jimin sí fué un enviado del universo que confabuló con mi mente para ayudarme a superar mi problema con el sueño. Aunque no haya estado físicamente frente a mí, siempre estuvo conmigo en esencia y me acompañó en mis peores momentos de soledad. Me sentía muy solo, pero gracias a Jimin eso cambió, porque él me lo dijo, me dijo que nadie está solo en este mundo y me hizo muy feliz, porque ahora lo entiendo. Para mí él existe dentro mío y va a acompañarme el resto de mi vida. Siempre estuvo aquí de hecho, y se manifestó ante mí para acompañarme y ayudarme a sobrellevar esto.

No importa en qué se base su existencia, él siempre estuvo ahí, como nadie más en el mundo. Y si caigo de nuevo, y escucho un sonido distante, sé que serán los pasos de él, que siempre estará ahí, a mi lado.-Muchas gracias, Jimin... Ahora me toca continuar yo solo, y sé que podré lograrlo gracias a tí.

Ahora voy caminando por este muelle que tantas noches de insomnio me apaciguó en toda mi miseria, y está lloviendo.

La lluvía... Estos recuerdos que tengo junto a Jimin... No puedo evitar asociar ambos sucesos y sentir que él está a mi lado en este preciso momento.

Jimin... Siempre que llueva, voy a recordarte.



F i n

Prostituto (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora